Desde hace tres meses El Salvador no permite el ingreso de lácteos provenientes de Honduras, que no estén debidamente empacados y etiquetados o que vengan en huacales o similares.
Por esa medida, las autoridades de Honduras decidieron, ayer, hacer lo mismo con los lácteos salvadoreños que se envían a ese país, en una clara afrenta comercial que ya está generando reacciones en el sector.
Según publicaron medios escritos de Honduras, el Gobierno de ese país aplicó una “reciprocidad” a las restricciones impuestas por El Salvador hace unos meses.
El titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras, Santiago Ruiz, dijo al periódico La Tribuna, que la respuesta de Honduras se debe a las trabas comerciales que El Salvador ha establecido este año para sus productos.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche), Gustavo Alfonso Escobar, dijo que las restricciones no son nuevas, sino que datan de 2008, pero que desde ese tiempo se ha prorrogado año con año para no afectar el comercio bilateral.
Sin embargo el plazo venció en 2017 y desde el 1 de enero ya no se dejan pasar lácteos que no cumplan con las disposiciones que establece la normativa.
El quesillo vertido en huacales y que se usa mucho en negocios de comidas típicas salvadoreñas es el producto que más se está regresando a Honduras pues no cumple con los estándares de inocuidad y empacado que exige la normativa.
“Lo que se está pidiendo nuestro gobierno es que dejen de venir el quesillo en huacales y que cumplan con etiquetado, empaque, transporte refrigerado, tal como establece la norma vigente desde el 2008 de importaciones de Lácteos”, dijo Escobar.
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Aranceles?
La medida aplicada ayer por Honduras encendió las alarmas de una posible aplicación de aranceles a los productos salvadoreños.
Sin embargo el titular del SAG en Honduras salió aclarando ayer que esto no significa nuevos aranceles.
“Honduras en todo su derecho. Tomó las mismas medidas y haciéndolo con los mismos plazos que El Salvador lo hace, “así que no hay más que una medida recíproca a las medidas sanitarias”, señaló.
“No tiene nada que ver con el tema arancelario, impuestos o que obstaculizan el comercio que vendrían a retroceder el libre comercio centroamericano”, añadió el titular, según una nota de La Tribuna.
Sin embargo, la medida puede considerarse una presión. El presidente de la Asociación de Ganaderos de El Salvador, Miguel Espinal, dijo que Honduras conoce desde hace mucho que tiene que apegarse a esta normativa y aún así no lo ha cumplido.
Y en el fondo, Espinal entiende la presión que Honduras quiera aplicar al país para dejar entrar sus productos. “Ellos le venden muchos lácteos a El Salvador, no así el país, que le vende bien poquito”, afirmó.
Según datos del Banco Central de Reserva, El Salvador importó en 2017 un total de $17.2 millones en productos lácteos de Honduras, pero solo exportó $1.7 millones a ese país.
Ruiz declaró a la prensa que Honduras exporta en quesillo unos “150 mil litros diarios, es decir, que todas las incertidumbres o de echar para atrás contenedores impacta fuertemente en el sector primario. Estamos hablando de 120 millones de lempiras ($5 millones) lo que impacta en el pueblo hondureño”.
El funcionario dijo que espera que tras estas medidas se pueda discutir el tema otra vez para buscarle una pronta solución a los productores de su país.