Los dirigentes del oficialismo dijeron, al mismo tiempo que derramaban lágrimas por la muerte de Fidel Castro, que el déspota era su ejemplo, su modelo para regimentar un pueblo.
Castro, tienen que reconocerlo, debe su casi interminable permanencia en el poder al difunto expresidente estadounidense John Kennedy, que a último momento detuvo el apoyo aéreo a las fuerzas liberadoras cubanas en la Bahía de Cochinos, destapando la caja de los horrores que han victimizado a los cubanos y desangrado el Hemisferio occidental y partes del África.
¿Cuál es el ejemplo a seguir para los efemelenistas?
--El primero, abolir el Orden de Leyes de un país, para reemplazarlo por una legislación “elástica” que se manipula de acuerdo a las ocurrencias, necesidades y maquinaciones de un régimen.
En tales circunstancias nadie puede estar seguro de nada, pues lo que ahorra rige puede no valer en dos años.
--Lo segundo, que ya intentan aplicar en este suelo, es suprimir la libertad de expresión, imponer mordazas a los que dicen y los que leen y escuchan. “El pueblo” queda condenado a saber únicamente lo que disponen sus amos o los decires del barrio.
--Lo tercero, suprimir la libertad económica, lo que convierte a todos los pobladores en dependientes de lo que la dictadura les dispensa.
Eso lleva a las largas filas, “colas”, para obtener alimentos, ropa, lo que sea. La gente no va y compra una camisa de vestir color azul, sino que acepta lo que le dan del color que sea:
--Lo cuarto, que las familias no disponen de sus hijos a partir de cinco años, sino que estos se convierten en propiedad de “el Estado” que los indoctrina y decide cuál será su ocupación en la vida, desde carne de cañón para las campañas en el exterior hasta médicos o barrenderos.
En esto ya tienen experiencia con los niños que reclutaban durante la agresión armada y que eran enviados a la muerte si así se decidiera por los “comandantes guerrilleros”.
--Lo quinto, suprimir el libre tránsito, lo que encarcela a cada persona en su barrio o ciudad. Para ir de un lugar a otro en Cuba es necesario un permiso especial que debe justificarse y un pasaporte interno.
--Lo sexto, que la asociación con otras personas es severamente restringida; nada de grupos de discusión culturales ni menos políticos.
--Lo séptimo, que cada persona queda sujeta al espionaje de sus vecinos (prestos a delatar cualquier cosa sospechosa que ven en alguien), lo que incluye a sus embrutecidos hijos por la indoctrinación.
--Lo octavo, un arranque de cólera o desesperación de alguien que se queje de “los viejitos que inventaron el hambre, los Castro”, puede llevarle a purgar una larga condena en las mazmorras del régimen.
--Lo noveno, que sobresalir en cualquier campo profesional, científico, cultural, artístico no pasa de dar satisfacciones propias, pues en Cuba todos ganan prácticamente lo mismo indistintamente de lo que hagan, entre treinta y cuarenta dólares al mes.
A vivir en sus propias barriadas y
sus enemigos, al paredón
Es obvio que no hay espacio para elecciones, pues todo lo decide el grupo alrededor del tirano, grupos privilegiados que viven en sus propios vecindarios a los que sólo ellos entran.
Falta la cereza del pastel: los paredones, que pueden ser la variante criolla de “Mayo” Sibrián...
¿Cuál es el modelo castrista al que se refiere el FMLN?
Es obvio que no hay espacio para elecciones pues todo lo decide el grupo alrededor del tirano, grupos privilegiados que viven en sus propios vecindarios a los que sólo ellos entran.
28 November 2016