Hay que fortalecer la enseñanza de manualidades

Las manualidades, junto con el aprendizaje de la música, incluido saber escucharla, constituyen la manera de inculcar en niños, jóvenes y adultos el sentido y propósito de las estructuras, lo que es la forma como se organiza el mundo.

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06 October 2016

En las escuelas de antes se enfatizaban los trabajos manuales, los que los niños, valiéndose de toda clase de artificios, llevaban a cabo empleando lo que tuvieran a mano: cartones, carretes usados de hilo, alambres... El ingenio de sus maestros consistía en fomentar la creatividad de los alumnos, desde tejer en bastidores hasta armar modelos de aviones con madera de balsa.

El plástico se sobrepuso a todo eso y los mecanos, que eran kits con piezas con las que el niño armaba pequeñas máquinas o lo que la imaginación le pedía, dieron lugar a los Legos y similares, que por su colorido, disponibilidad, facilidad de uso y atractivo universal, están regados por el mundo en zonas pacíficas.

Armar juguetes con los Legos, tanto los que sugiere la caja donde se presentan o lo que luego es posible con piezas de otros modelos, ayuda a los niños a ejercer su imaginación, sentido de composición de color, pequeñas estructuras que son copia de lo que se ve en el mundo real... No hay límite a lo que se puede hacer, incluyendo tragar piezas con el consiguiente susto de padres y maestros.

Los Legos, como toda clase de manualidades, enseñan al joven a entender la lógica del mundo material, cómo funciona lo que vemos y tocamos. Y fue con ese propósito que este diario incluye en sus contenidos educativos, Guanaquín y las páginas educativas de MAS!, ejemplos de lo que los niños y sus maestros pueden hacer con sus manos y lo que les prepara mejor para la vida.

Las manualidades, junto con el aprendizaje de la música, incluido saber escucharla, constituyen la manera de inculcar en niños, jóvenes y adultos el sentido y propósito de las estructuras, lo que es la forma como se organiza el mundo, el conocimiento y la vida. De allí que los que se inclinan por la música o han jugado con Legos o similares, estén preparados, más que otros, para ser luego profesionales en matemáticas, computación, ingeniería, administración... 

A lo anterior se debe agregar entender el mundo, la sociedad, los problemas que se viven en las naciones y las oportunidades que se presentan para ser aprovechadas.

Escuelas deterioradas y programas inadecuados 

Las estructuras son el fundamento de todo lo que se hace, además de lo inmaterial. Un taller de mecánica tiene sus equipos materiales, su materia prima, los motores o piezas que arregla; hasta allí todo es materia.

Pero los sistemas de trabajo, la organización, los controles administrativos, la tecnología, las capacitaciones del personal, todo eso pasa de lo material a lo intelectual.

El equipamiento de un taller puede reemplazarse después de un siniestro, pero si se pierden archivos, que son conocimiento, con frecuencia es imposible volver a montar una empresa, un taller o una sociedad de la naturaleza que sea.

Volviendo a la enseñanza, los equipos son importantes, como las instalaciones. Uno de los puntos débiles del sistema educativo de El salvador son escuelas con techos deteriorados, sin pupitres, con servicios sanitarios que todo son menos sanitarios, sin agua potable; a duras penas operan.

Pero lo esencial, la calidad de lo que se enseña, las pruebas que se hacen a los alumnos, la responsabilidad o falta de ella que se inculca, es lo que luego cuenta en la vida. Y es donde falla el país.