Mis estimados Javier, Carlos y Gustavo: Estos últimos meses ustedes han sido los principales líderes en aspirar a la silla presidencial por parte de ARENA. Estas elecciones internas del partido son una muestra más de la ruta democrática que el país necesita para consolidarse en libertad y progreso. Felicito a ARENA por ser el primero en implementar dichas elecciones. Ojalá los demás partidos sigan el ejemplo y lo copien de forma transparente pues es por el bien de nuestro país.
Como los principales candidatos, ustedes han manifestado a lo largo de todo el territorio su interés en ayudar al país a volverse a levantar. Han dicho que ya es tiempo de que El Salvador vuelva a ser protagonista y no espectador. Han cantado a los cuatro vientos su intención de ayudar al más necesitado, buscando soluciones a la falta de seguridad, procurando una educación con calidad, creando las condiciones para que el inversionista vuelva a creer y a apostar por El Salvador y que genere las fuentes de empleo que añora el buen trabajador para cuidar de su familia, ofrecer mejores oportunidades a todos nuestros jóvenes y mejorar nuestro sistema de salud para que todos los salvadoreños tengamos acceso a ser atendidos en condiciones dignas y reales.
Pronto se habrá definido quién de ustedes será el candidato que representará al partido ARENA para las presidenciales que están a la vuelta de la esquina.
Es precisamente en este momento que el candidato que no sea el escogido tendrá la mejor oportunidad de mostrar sus fibras de líder y su verdadero amor por el país. Será el momento en que podrá demostrar su genuino interés por el bienestar de El Salvador y todo su pueblo al mostrar de forma sincera su apoyo incondicional al candidato elegido para promover unión, pidiendo el total apoyo a sus seguidores por el candidato seleccionado.
En esta contienda electoral los tres principales candidatos de oposición son personas valiosas, intachables, preparados académicamente, empresarios de primer nivel, hombres de familia, generadores de empleo, hombres de fe, temerosos de Dios, exitosos, con consciencia social y mucha experiencia laboral. En conclusión, son cartas ganadoras que nuestro país necesita. Por favor, no permitan que el ego los domine o que sean influenciados negativamente, pues el que pierde es El Salvador y toda su población.
Me atrevo a decir que todos los buenos salvadoreños quisiéramos que los no seleccionados en esta ocasión den continuidad a las buenas políticas que el ganador de estas internas implementará a partir de junio de 2019.
El papel del no elegido es de suma importancia para lograr un gane rotundo en la presidencial y en sus manos estará una gran responsabilidad por alcanzar dicho objetivo. Que noble, inteligente y que más muestra de liderazgo y madurez será ver al no seleccionado dando su apoyo al elegido, no una vez sino a lo largo de la campaña contra los demás partidos. Será medular para atraer y recuperar al votante decepcionado de la clase política. En este punto todos debemos fomentar unión y no división. Cómo nos gustaría a los salvadoreños ver por primera vez un partido tan fortalecido que no permita por ningún ángulo ser dividido, sino que lejos de esto sea cimiento de unión y fuerza donde el único interés es darle una mejor calidad de vida y oportunidad para realizar el sueño salvadoreño sin importar color partidario. No me cabe la menor duda de que ante dicha muestra de carácter, liderazgo, honestidad y sinceridad por el bienestar del país, el pueblo salvadoreño estará ansiando que en el 2023 el próximo presidente del país sea uno de los dos que en esta ocasión no resultó electo.
Recordemos como dijo Sir Winston Churchill:
“El ÉXITO no es definitivo, el FRACASO no es fatal, lo que cuenta es el VALOR para continuar”.
Colaborador de
El Diario de Hoy