No hay descanso en proteger la libre expresión en América

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y otros organizaciones hemisféricas como AIR mantienen una permanente vigilancia sobre lo que sucede en cada país y lo que pasa en el mundo.

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25 October 2016

No se vale que periodistas reciban dinero de entidades aunque se diga que es para llevar publicidad a sus medios.

Recibir coimas, regalías, comisiones, “mordidas”, favores especiales es inmoral, delictivo.

El mismo Fiscal General, Douglas Meléndez, se pronunció diciendo que no le parece correcto y que verá si un reciente caso de pago a periodistas deportivos por publicidad estatal linda con el delito para intervenir penalmente. 
   
Una cosa  es dar dinero bajo la mesa al redactor de política o al encargado de una sección o programa de un medio escrito, radial o televisado y otra muy distinta es enviar un boletín dando cuenta de hechos o posturas para que se reproduzca en su totalidad, se cite en parte o se descarte, a criterio del medio y sus jefes.

Por esas y muchas razones es que los Próceres fundadores de nuestra Patria rodearon de garantías especiales al periodismo, para proteger la crítica, la denuncia y la exposición de hechos.

Y por tal razón es que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y otros organizaciones hemisféricas como AIR mantienen una permanente vigilancia sobre lo que sucede en cada país y lo que pasa en el mundo.

La SIP bien sabe que “el precio de la libertad es la vigilancia eterna”.

En la última reunión de la SIP se dieron a conocer los ataques, amenazas, descalificaciones y represalias que desde el poder se perpetra constantemente contra los medios en general y dos diarios en particular, por negarse éstos a acoplarse a la desinformación oficialista sobre sus supuestos logros, sobre la ficción del “buen vivir”.

A esto se suma la negativa a dar información que debe ser pública, ya que involucra bienes públicos, entidades públicas y presuntos delitos que dañan al conglomerado.

Un caso es el referente a los viajes de Funes y sus gastos, como los continuos viajes de diputados y funcionarios que no cumplen con ninguna función de utilidad para el conglomerado.

Otro es el caso de una camioneta de Capres que arrolló a un motociclista y posteriormente se dijo que “no se llevan registros de vehículos que salen o entran” a Capres, registros que son de rigor en cualquier negocio pequeño o grande.

Lo mencionado es parte de las dobles posturas del oficialismo: lo que ellos se permiten se niega al resto de la población además de acosar a los diarios por cumplir con honestidad, imparcialidad y en apego a lógicos y sanos principios, de lo que son sus funciones de siempre.
 

Un número de periodistas
fue asesinado este año

 

El llamado de alerta de la SIP, lo que regularmente hace al examinar la situación del Hemisferio, es innecesario en las democracias occidentales, donde raras veces se cuestiona la labor de los medios de información.

Lo trágico es que además de amenazas y atropellos en América y particularmente en México, varios periodistas han sido asesinados por bandas de mafiosos, además de unos casos que sucedieron en Argentina durante el régimen Kirchner.

En El Salvador cinco articulistas de EL DIARIO DE HOY fueron asesinados por la guerrilla en los 80, personas nobles, inocentes e indefensas.