La visita de Nicolás Maduro al Papa Francisco fue para pedir ayuda en la situación terminal en que se encuentra...
Tanto el Papa como Raúl Castro, se dice, gestionaron ante Francia asilo para Maduro, pero el Elíseo lo rechazó como lo rechazaría cualquier país democrático. Las opciones para el dictador son muy pocas, si es que todavía existen fuera de Corea del Norte o Nicaragua, donde se han asilado ladrones centroamericanos.
Maduro necesita inminentes apoyos, por lo que el FMLN en pleno debe hacerse presente en la residencia presidencial de Miraflores para solidarizarse con Maduro y defender el chavismo.
Un informe que viene circulando afirma que además de los problemas propios de Maduro está la situación de su mujer, Cilia Flores, cuyos sobrinos fueron capturados en Haití con una tonelada de cocaína y a causa de ello fueron extraditados a Estados Unidos.
Se especula que Maduro consideró entregar, para que sirva de chivo expiatorio, a Diosdado Cabello, quien “poniendo sus barbas en remojo” se encerró el fin de semana en su palacete de Caracas. Y en similar situación deben de estar varios generales venezolanos requeridos por narcotráfico.
Los reportes indican que los Estados Unidos no van a recibir a más funcionarios venezolanos para que rindan testimonio sobre Maduro y la podredumbre humana que lo rodea, los “duros” del chavismo, que están sin escapatoria y temen pasarse la vida en la cárcel, si no es que los linchan los gentíos que van a tomar represalias contra esa infernal doctrina.
Es raro el caso que un dictador que ha visto “la mano escribir sobre el muro” como en el Festín de Baltasar, no haga febriles esfuerzos para escapar la furia de un pueblo. Sólo Mubarak, el exdictador de Egipto, se quedó para enfrentar la justicia y está preso con riesgo de que lo fusilen.
Llegó la hora de la libertad
para el pueblo venezolano
Los venezolanos han sido profundamente golpeados por la brutal incapacidad de Maduro, por sus agresiones a ciudadanos que marchan pacíficamente, por la hambruna, por los denunciados vínculos de su régimen con el narcotráfico, por un colapso de la moneda que roba día a día los salarios de todos los pobladores.
Es imposible que alguien, fuera de fanáticos como los del comunismo salvadoreño, se engañe sobre los sufrimientos y el despotismo venezolano, que tuerce las leyes para perseguir opositores, que inventa crímenes que atribuye a personajes políticos, que no tiene tregua en robar lo que es el patrimonio común de todos los venezolanos y que además ha forzado a personas y familias a refugiarse en el exterior.
El chavismo y el activista obrero convertido en presidente de un país comprueban lo que una y otra vez lo demuestran hechos, sin ninguna excepción: no hay país que caiga bajo control de comunistas, que no se transforme en una despiadada dictadura con gran hambre y sin libertades.
Esa fue la tragedia del Este europeo bajo el estalinismo, de China con Mao, de Chile bajo Allende, de Cuba con los Castro y, en lo que es un caso extremo de demencia, de Corea del Norte con Kim Jong-un.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y de muchos países, es más que seguro, cuentan con muchísimas grabaciones y pruebas de las fechorías de Chávez primero, de Maduro y de sus secuaces, comenzando por Cabello, que servirán de prueba para enjuiciarlos, condenarlos y encarcelarlos de por vida, además de las redes de malhechores en la región.