Trump blindará frontera de México con militares

El gobierno mexicano solicitó a EE. UU. una aclaración del plan y advirtió que en todo momento actuará a favor de sus intereses

descripción de la imagen
El presidente estadounidense, Donald Trump. Foto/AFP

Por Agencias

03 April 2018

El presidente de EE. UU., Donald Trump, advirtió ayer que planea que los militares estadounidenses se encarguen de vigilar y mantener segura la frontera con México hasta que se construya un muro en ese límite, y aseguró que la “caravana” de migrantes centroamericanos que se dirigía a su país se ha disuelto.

“Hasta que podamos tener un muro y seguridad adecuada, vamos a estar vigilando nuestra frontera con nuestras Fuerzas Armadas. Ese es un gran paso”, dijo Trump a los periodistas durante un almuerzo con los líderes de los Estados bálticos en la Casa Blanca.

Trump no dio más detalles sobre ese plan, y no está claro qué cuerpo de las Fuerzas Armadas se encargaría de proteger la frontera sur, que actualmente está vigilada por agentes migratorios entrenados específicamente para ello.

En una conferencia de prensa poco más tarde, Trump insistió en que se está “preparando para que los militares se encarguen de asegurar la frontera entre México y Estados Unidos”.

“Es algo que tenemos que hacer”, afirmó Trump, quien aseguró que se reuniría a continuación con el secretario de Defensa de EE. UU., James Mattis, para hablar de esa militarización de la frontera.

Vea: Trump pretende enviar al ejército a la frontera con México

“La frontera mexicana está muy mal protegida por nuestras leyes”, insistió Trump en su conferencia de prensa junto a los presidentes de Letonia, Raimonds Vejonis; Estonia, Kersti Kaljulaid; y Lituania, Dalia Grybauskaite.

“Vamos a poder hacer algo sobre eso muy pronto, esperemos que el Congreso” actúe para cambiar las leyes, agregó.

No obstante, una ley federal estadounidense prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que las opciones de Trump son limitadas.

Tanto los expresidentes George W. Bush (2001-2009) como Barack Obama (2009-2017) recurrieron a soldados de la Guardia Nacional, un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas, para vigilar la frontera en distintas operaciones puntuales, pero esa medida recibió entonces críticas por su elevado coste.

Cuando Bush envió a 6,000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera en 2006, por ejemplo, sus operaciones se limitaron a “ayudar con la vigilancia, instalar vallas y barreras a los vehículos y proporcionar entrenamiento” a los agentes migratorios y del orden.

Según los analistas, el presidente podría intentar sortear la ley si ordena a los estados que envíen a sus propios contingentes de la Guardia Nacional a la frontera, pero en ese caso serían esos territorios quienes deberían sufragar los costes de la operación.

México se inquieta

La idea de Trump inquietó al Gobierno mexicano, que solicitó formalmente a los Departamentos de Estado y Seguridad Interna “una aclaración sobre los comentarios del presidente” Trump, en palabras del embajador de México en Washington, Gerónimo Gutiérrez.

“Compartimos la idea de tener una frontera segura pero no siempre coincidimos en cómo alcanzar ese objetivo. En todo momento, México actuará, como es natural, a favor de sus intereses””, dijo Gutiérrez en un comunicado.

Lea: México pide explicaciones a EE.UU. sobre su plan de militarizar la frontera

Trump lleva tres días enfocado en temas migratorios y ha exigido a México que reforzara sus controles.

El deseo de Trump por enviar militares a la frontera se suma a su intento de sufragar el muro que quiere construir en esa zona con fondos del Pentágono, un tema del que ya ha hablado con Mattis.

Trump quiere que el Pentágono ayude a financiar la construcción del muro fronterizo con México y la semana pasada habló con Mattis sobre ese tema, según el Departamento de Defensa.

El presidente parece descontento con los fondos que logró para su proyecto estrella en el presupuesto federal, que incluye únicamente 1,600 millones de dólares para la construcción de una barrera fronteriza, pero con condiciones muy restrictivas y lejos de sumar los 25,000 millones que había pedido al Congreso.