Hubo la gran marcha de no violentos

Las peticiones pueden resumirse en una frase: queremos superar las condiciones en las que nos encontramos, queremos un país con mayor prosperidad y con paz social.

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29 September 2016

Sin incidencias notables, pues se trató de grupos de personas que trabajan y que son ajenos a la crispación de los que en el pasado movía la extrema izquierda, se desarrollaron las tres marchas programadas para ayer, las que partieron de distintos puntos de la ciudad para dirigirse, una parte de ellas a la Asamblea Legislativa.

Las peticiones pueden resumirse en una frase: queremos superar las condiciones en las que nos encontramos, queremos un país con mayor prosperidad y con paz social.

Los policías, que no encajan del todo con sus elevados jefes, la nueva clase que desdeña a sus subalternos, quieren un bono y otros beneficios que compensen en parte los peligros a los que están expuestos; los maestros, al igual que los médicos, que “se cumpla el escalafón”; los veteranos buscan una pensión que muy pocos en este país reciben.

Todas las demandas cargan, en última instancia, sobre las espaldas de un conglomerado que sufre de desempleo, de malos servicios, de zozobra ante las depredaciones de las pandillas criminales y que vive en un país que el grupo en el poder se ha arreglado para convertirlo en el menos competitivo del Hemisferio, el que una menor cantidad de inversión consigue.

Diputados de ARENA recibieron las delegaciones, acogieron las demandas de los manifestantes y prometieron presentar una propuesta a la Asamblea en breve.

Es explicable que la gente quiera vivir mejor y que contraste su modo de vida con el opulento tren de gasto de sus gobernantes, que incrementaron el presupuesto de la Asamblea y de muchas dependencias oficiales y se la pasan viajando sin que esos viajes llenen función alguna.

ARENA ha condicionado su apoyo a un nuevo préstamo, si el gobierno reduce sus gastos en un significativo porcentaje. Pero que reduzca sus gastos, no que corte presupuestos médicos, de educación y servicios, aunque eso es pedir peras al olmo, pues en lo único que sobresale el partido oficial en las actuales circunstancias es en gastar dinero como marineros borrachos, sin pensar en el mañana. Y el mañana puede ser catastrófico, considerando la perspectiva muy real de caer en la insolvencia.

Solo hay prosperidad en pueblos libres 

Lo que la población comienza a comprender es que la prosperidad y el bienestar de personas, comunidades y familias no es resultado de marchas y agresiones guerrilleras, sino de trabajo, de libertad económica, de conocimiento y de paz interna.

La gran ironía es que muchos de los grupos que marcharon protestando por la situación a la que el grupo en el poder ha hecho caer al país, en un momento marcharon para apoyar a los que ahora acusan de que “les chupan la sangre” con impuestos y una vida insolente; marcharon engañados por las promesas de demagogos.

La marcha debe servir, primordialmente, para que la gente despierte y se dé cuenta de que un tercer gobierno con esa mentalidad y proceder puede hundirnos a todos en una catástrofe sin retorno, sumirnos en una cárcava económica y social de la que solo muy pocos pueden escapar.

Escapar del purgatorio es posible si la buena gente se lo propone.