¿Cuál será el dios que rescate a El Salvador?

ARENA no es un dios providencial, pero es la única agrupación que "de ponerse las pilas" puede evitar un colapso general, dada la inequívoca marcha del régimen hacia una dictadura con hambruna a lo venezolano.

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18 August 2016

Es de los humanos esperar que en el último momento llegará el auxilio.

En los dramas del teatro griego, cuando una situación era insoluble, que no podía resolverse por los protagonistas, de un costado bajaba una máquina llevando a un dios olímpico que resolvía todo, “castigando a los malos y premiando a los buenos” como el Sheriff en las películas de vaqueros.

Ese “deus exmachina”, la deidad que resuelve, es lo que está faltando hasta ahora en el terrible embrollo en que los dos últimos gobiernos han sumido a El Salvador.

ARENA no es un dios providencial, pero es la única agrupación que “de ponerse las pilas” puede evitar un colapso general, dada la inequívoca marcha del país hacia una dictadura con hambruna a lo venezolano.

Y nadie, hasta donde se vislumbra, movería un dedo para librarnos de tal horror, como se puede ver respecto a Venezuela y, lo que es todavía más espeluznante, la represión que tiene lugar en Turquía, donde decenas de miles de personas, personal de medios de difusión, educadores, políticos, religiosos y minorías están siendo perseguidos, torturados y encarcelados.

Es clave que el partido cuente con las figuras que puedan sacarlo de su situación de club de pláticas, donde todos son jefes pero nadie quiere convertirse en una real voz que denuncie coherentemente los abusos y corrupción en el Estado.

Sobra tela que cortar respecto a las truculencias, corruptelas, inepcias y tonterías que se ha visto en los últimos siete años, como lo ejemplifica el que despachen turbas a impedir un acto organizado por un magistrado de la Corte Suprema, lo que puede ser un recrudecimiento de similares atropellos.

Toca al partido ARENA denunciar esos abusos, pero además exponer las consecuencias de tales actos en lo económico, lo político, en el bienestar o malestar social, en las repercusiones que tiene sobre la inseguridad general.

Miembros del partido deben asistir a las exequias de agentes policiales asesinados pero asimismo de jóvenes que han sido asesinados por oponerse a que le roben un celular.

Mucho está empeorando
pero el partido calla

  
ARENA participó en el simposio organizado por ANEP para recibir la propuesta sobre Seguridad Pública presentada por el exalcalde de Nueva York, Giuliani, pero le faltó señalar y condenar al rechazo que hizo el oficialismo a esa propuesta, un plan muy sensato y lógico en sus partes, a lo que se agrega que el aparato de seguridad  “ni hace ni deja hacer”, un grupo de inamovibles que van de fracaso en fracaso en el combate contra la delincuencia.
 
A los extremos que está llegando el grupo en el poder lo ejemplifica el Sitramss, el colapso de las calles y la gran cárcava del Tutunichapa. Para potenciar su negocio privado, se toman la principal vía de la ciudad, generan descomunales atascos y afectan la economía personal de los capitalinos y la del país entero.

Pero como partido ARENA no dice nada sustancial, no acusa con la fuerza y vehemencia que corresponde a semejante tropelía. Y lo mismo se puede decir de la situación de Salud Pública, de la enseñanza, del gran puerto en abandono, del papel como tribunal que asumen los oficialistas al correr en auxilio de procesados por corrupción diciendo que “el partido los respalda”.

A esto se agrega que en los últimos días la deuda se incrementó en mil seiscientos millones de dólares...