La gran pensada de Anda: profundizar los pozos

Es natural que en una emergencia mandar pipas de agua sea el remedio inmediato. Pero el que se llegue a ese extremo comprueba que Anda y el partido en el poder reaccionan a las crisis en lugar de anticiparlas, como está sucediendo con el problema de la criminalidad.

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14 April 2016

Los mismos que han agudizado la crisis del agua son los designados por el régimen para solucionarla, a lo que se agrega que se ha convocado un consejo de ministros, ministros que tan mal aconsejan, para analizar un plan elaborado por Medio Ambiente.

Es natural que en una emergencia mandar pipas de agua sea el remedio inmediato. Pero el que se llegue a ese extremo comprueba que Anda y el partido en el gobierno reaccionan a las crisis en lugar de anticiparlas, como está sucediendo con el problema de la criminalidad.

A ello se suman las propuestas anunciadas por la presidencia de Anda: van a perforar más pozos tras mantos freáticos que año con año están más secos. Y el consejo de ministros va a discutir un plan de agua elaborado por Medio Ambiente, la cartera que se la pasa dando palos de ciego.

Perforar más pozos y ahondar los ya existentes es la solución que se les antoja hasta a escolares; hacerlo es una especie de carrera tras los espejismos, pero una carrera que puede llevar al país a una catástrofe, como sucedió precisamente en Zapotitán, en su momento una enorme área con riachuelos, abundancia de agua, terrenos fértiles, agradables temperaturas.

Los que agravaron la crisis no podrán resolverla

En aquellos años y por la terca insistencia de las izquierdas del país, gente que gritaba pero que no cultivaba nada, como ahora, se iba de plan agrario en plan agrario, hasta que se llegó a esa gran ocurrencia que fue el “avenamiento y riego”: como los planificadores eran más inteligentes que la naturaleza, en vez de los cauces normales de ríos y riachuelos dispusieron enderezar esos cauces, eliminar sus vueltas y recodos (los meandros según la palabra que viene desde los griegos) y perforar pozos para abastecer esa red de canales.

Y esa fue la tragedia: los pozos rompieron “el fondo del guacal” y el agua se escapó Dios sabe dónde, a profundidades infernales.

Es lo que deben entender los de Anda. Busquen quien se los explique con simples diagramas y también se los explique a los señores ministros cuando se reúnan en su consejo. Siempre queda aquello de “nuestros técnicos” aseguran que no hay riesgo de tal cosa...

  Con unos cuantos Bobcats que hagan tapadas en cauces donde corre agua en el invierno mucho se lograría, además de formar pozas y cultivar ranas comestibles. Nuestro fundador hizo justamente eso en una propiedad que tuvo en el norte de Chalatenango, logrando una hermosa y fresca laguneta, larga en más de doscientos metros.

Y es lo que por su parte han hecho muchos cultivadores de peces, que afrontan, por cierto, la permanente agresión de los rojos locales, empeñados en romper los diques.

Es natural que lagunetas, reservorios, pozas no pueden hacerse por todos lados ni se hacen y mantienen sin la colaboración de los lugareños, a quienes no debería ser muy difícil convencer dadas las penurias que de norte a sur, de oriente a poniente enfrentan todos con esto del agua.
Y que en múltiples casos una vez que se crean reservorios éstos se quedan durante siglos, lo hemos ya contado con lo que hizo un rey en Ceylán (ahora Sri Lanka) en el norte de la isla: grandes lagunas que perduran al día de hoy y son la gloria del territorio.