Pasadas las elecciones, ya frente a una nueva realidad, tratando de entender a los sabios y agoreros que se dedican al análisis y a su particular forma de predecir el futuro, esperando saber “cómo seguirá y qué cambios habrá” para reorientar el rumbo del deteriorado estado de la Nación y con la esperanza de estar en el inicio un camino hacia el progreso por la senda democrática los próximos diez años, hay que retomar los nuevos asuntos que interesan a las empresas, al Estado, a las familias y a la población trabajadora.
Un denominador común entre empresas, Estado, trabajadores y las familias, es la conservación de la salud y la vida, reduciendo los riesgos de accidentes laborales…
Estudiando la revista ISO NEWS, encontré la buena noticia, que ya se publicó la nueva norma internacional ISO 45000…
¿Sabe que en el mundo cada 15 segundos muere un trabajador y 153 personas tienen un accidente relacionado con el trabajo? ¡Yo no lo sabía!... Y me lo creo, pues en los últimos cinco años en las cinco empresas con las que he trabajado he visto unos 15 accidentes laborales entre leves y graves…
Y otra cosa que aseguran es que los accidentes laborales han aumentado en unas 500, 000 lesiones más que hace tres años. Según cálculos recientes de la Organización Internacional del Trabajo, ocurren 2,780,000 muertes anualmente debido al trabajo, es decir, diariamente unas 7,700 personas mueren de enfermedades o sufren lesiones relacionadas con el trabajo. Además, aseguran que anualmente hay 374 millones de lesiones y enfermedades no mortales relacionadas con el trabajo, y muchas, terminan en ausencias prolongadas. Son muchos millones los días de trabajo que se pierden por accidentes…
Refiriéndose a América Latina y el Caribe, alrededor de 30, 000 muertes ocurren cada año y 22,600,000 accidentes laborales causan al menos tres días de incapacidad y, en términos económicos, calculan entre el 2 % y el 4 % del producto interno bruto, además, de la vida y el bienestar de los trabajadores…
Pues luego de conocer estos datos espeluznantes ya tenemos la solución: “La norma internacional ISO 45001:2018, Sistemas de gestión de salud y seguridad en el trabajo”.
De la misma forma que la ISO 9000 focaliza la calidad, la ISO 22000 la inocuidad de los alimentos, la ISO 14000 la gestión ambiental, la ISO 31000 la gestión del riesgo y todas en general la prevención, esta nueva norma se concentra en la seguridad industrial y la prevención de las enfermedades profesionales…
Como todas, la implantación de esta norma también es voluntaria y aplicable en cualquiera desde una micro empresa hasta las multinacionales en cualquier lugar del mundo…
En nuestro entorno, donde a la gente disfruta corriendo riesgos innecesarios, también es aplicable y nos servirá para reorientar la cultura de despreocupación por la seguridad y el irrespeto a las medidas de prevención.
¿Y qué hace falta para implantar esta norma, reducir los accidentes, conservar la salud de los trabajadores y eliminar los costos y pérdidas directas e indirectas de los accidentes?... Solo que la dirección de la empresa decida implantarla y, partiendo de su realidad actual, hacer un programa de trabajo con objetivos y logros cuantificados, para conseguir en un plazo razonable una condición de “Cero Accidentes”… ¿Se puede? Claro que sí…
Columnista de El Diario de Hoy.
pedroroque@metodopr.com