WASHINGTON. El reverendo Billy Graham recibió ayer un tributo inusual de parte del presidente Donald Trump y de los principales líderes políticos de Estados Unidos.
“Aquí yace el pastor de Estados Unidos”, dijo bajo la Rotonda del Capitolio el líder de la Cámara de Representantes Paul Ryan señalando el ataúd de Graham, rodeado por familia, amigos, legisladores y un anillo de retratos de los fundadores de la nación.
“Él guio todos los caminos, de algunos de los grandes cuyas estatuas se alinean en este salón: Eisenhower, King, Ford y Reagan, hasta de ciudadanos comunes que están aquí hoy para rendirle homenaje”, agregó Ryan.
El presidente Trump dijo que su padre fue admirador de Graham y que la “legendaria” figura estadounidense merece ser reconocida en el lugar donde “la memoria del pueblo estadounidense se enriquece”.
“El hombre que reconocemos hoy compartió el evangelio con más gente, cara a cara, que nadie más en la historia”, dijo por su parte el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
Graham falleció hace una semana a los 99 años. Unos 30 familiares acompañaron su ataúd hasta Washington, donde el pastor se hizo amigo de presidentes de ambos partidos y aconsejó a otros durante siete décadas.