FLORIDA. Miles de furiosos estudiantes, padres, profesores y vecinos de una escuela secundaria de Florida en que 17 personas murieron a tiros exigieron ayer medidas inmediatas hacia leyes más estrictas para el control de armas, y aseguraron que no cederán hasta que sus demandas sean cumplidas.
La marcha en el centro de Fort Lauderdale ofreció un carácter político a los crecientes sentimientos de ira y duelo a raíz de la masacre en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas. Las autoridades afirman que un ex estudiante que había sido expulsado, que tenía problemas de salud mental y había sido reportado a las agencias del orden público, usó un fusil semiautomático comprado legalmente para matar a estudiantes y personal de la escuela.
“Debido a estas leyes de armas, gente que yo conozco, gente que amo, ha muerto, y nunca podré verlos de nuevo”, lamentó Delaney Tarr, una estudiante de la secundaria, ante el público que abarrotó las escaleras y el jardín frontal de la corte federal.
El público coreó: “¡Voten para sacarlas!” y mostraron carteles en que exigían medidas, en algunos de ellos se leía: “#Nunca Más”, ‘’#HaganAlgoAhora” y “No dejen que mis amigos mueran”.
La estudiante Emma Gonzalez dijo a los presentes que los políticos deberían de recibir donaciones de campaña de la National Rifle Association (NRA), organización estadounidense que defiende los derechos de compra y tenencia de armas.
“Deberían darles vergüenza”, gritó Gonzalez y la multitud respondía en coro.
“Mucha gente dice que estos chicos son activistas, que estos chicos necesitan ser políticos”, subrayó luego a un reportero. “Pero muchos de nosotros somos tan solo otros estudiantes que comprenden que la unión hace la fuerza. Y queremos asegurarnos que nuestro mensaje se propague. Y luego podemos volver a nuestras vidas cotidianas normales, ya saben”.
Laurie Woodward Garcia, madre de una adolescente de 14 años, coincidió con muchos de los presentes al afirmar que creía que esta matanza generará un cambio.
“Si hay algo que pueda unirnos como demócratas, republicanos e independientes son nuestros hijos. Así que eso sucederá”, sostuvo.
Florida investigó a Cruz
La agencia de bienestar infantil de Florida investigó al presunto autor la masacre después de que se grabó en un video autolesionándose con un objeto cortante, pero luego concluyó que estaba estable, según los registros estatales.
El diario Miami Herald obtuvo registros del Departamento de Niños y Familias de Florida y reportó ayer que Nikolas Cruz publicó un video en la red social Snapchat mostrando cómo se cortaba en los brazos en 2016.
Alguien llamó a la agencia estatal para que investigara. Cruz, entonces de 18 años, fue catalogado como una “presunta víctima” de negligencia médica y supervisión inadecuada. Su madre adoptiva, Lynda Cruz, entonces de 68 años, fue identificada como la “presunta perpetradora”. “El Sr. Cruz dijo que planea salir y comprar un arma”, advirtieron a la agencia.