Estas fueron las claves de la victoria del Real Madrid ante el PSG en el estadio Santiago Bernabéu (3-1), en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
1. Ambición y orgullo herido del campeón.
El Real Madrid se transformó el día que se jugaba todo a una carta. De la falta de ambición, motivación y carácter en una Liga que tiraron a las primeras de cambio o una Copa del Rey en la que siempre fueron vulnerables en el Santiago Bernabéu, pasó a una implicación máxima de todos sus jugadores. En un día señalado que tocaba al orgullo, corrigieron a base de casta y fe todos sus errores de la temporada. Fueron un bloque, presionaron al rival, murieron en cada balón dividido, se ayudaron en marcajes a estrellas como Neymar o Mbappé. El corazón les llevó a superar los momentos difíciles del partido y acabar remontando y golpeando con fuerza para tomar una buena ventaja que defender en París.
5. Zidane y su mano de entrenador.
El partido marcaba el futuro de Zidane y debía tomar decisiones importantes en la elaboración de su equipo titular con toda su plantilla disponible salvo el joven Vallejo. No le tembló el pulso para que la BBC deje de ser intocable. Sentó a Bale porque quiso más balón con Isco, por el miedo a la falta de ayudas defensivas a Nacho ante Neymar. Le salió bien y también los cambios. Pudo poner a Bale cuando entró por Benzema en su sitio natural, la banda izquierda, pero optó por Marco Asensio y fue decisivo. Sus jugadores se lo debían y el triunfo en la batalla táctica a Emery refuerza la imagen que había caído de Zizou como entrenador pese a ganar ocho títulos en dos años en su puesto.