El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, recibió varios reclamos y un ataque con basura que dejó parcialmente cubiertos de basura el vehículo en que se conducía este miércoles cuando decenas de ciudadanos rechazaron su presencia mientras hacía campaña contra el referendo propuesto por su viejo amigo y sucesor, Lenín Moreno.
Los hechos, difundidos en medios de comunicación y redes sociales, se produjeron en la población de Quinindé, 125 kilómetros al noroeste de Quito, cuando Correa (2007-2017) estaba siendo entrevistado en estación de radio y decenas de pobladores llegaron.
El exmandatario dijo en su cuenta de Twitter que "la situación es muy grave en Quinindé. La radio donde nos entrevistaron está rodeada... ¡Qué pena por el país".
Los desmanes fueron controlados por la Policía luego de que Correa estuviera virtualmente sitiado por unas tres horas en las instalaciones de ese medio de comunicación.
La situación es muy grave en Quinindé . La radio donde nos entrevistaron está rodeada por gente del Municipio, con algunos cabecillas del MPD, que también estuvieron en Borbón.
¡Qué pena por el país!
Un abrazo a nuestro querido Quinindé. Había mucha gente que esperaba la caravana
— Rafael Correa (@MashiRafael) 31 de enero de 2018
Los recorridos de campaña de Correa han estado matizados por gritos y acciones de rechazo, con el lanzamiento de huevos y tomates, en poblaciones ecuatorianas donde le gritan improperios relacionados con los múltiples escándalos de corrupción protagonizados por el exvicepresidente Jorge Glas, varios ministros y altos funcionarios públicos de su gobierno.
El referendo propuesto por Moreno pretende consultar a los ecuatorianos siete preguntas sobre temas ambientales, legales y constitucionales. Asimismo, cuestionará si la población está en contra de la reelección indefinida, lo que dejaría a Correa sin posibilidades de acceder nuevamente al poder en caso de que lo buscara.
Correa eligió a Moreno para sucederlo, pero casi de inmediato empezaron los roces entre ambos, cuando el nuevo presidente acusó a su antecesor de haberle entregado un país altamente endeudado y con graves problemas de corrupción, mientras el primero lo acusaba de traidor y desleal al proyecto político. AP