Según el chavismo que gobierna Venezuela desde 1999, estas sanciones "violan los preceptos fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y pretenden ejercer una grosera injerencia en asuntos internos".
Hoy la UE "vuelve a ofrecer pruebas irrefutables de su notable subordinación ante el Gobierno supremacista y racista de Donald Trump", prosigue el comunicado de Caracas, en alusión a las sanciones impuestas antes por la Administración estadounidense contra varios funcionarios venezolanos.
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El Gobierno de Maduro acusa a la UE de "infringir sus propios principios fundacionales" y de transgredir "la más elemental normativa del Derecho Internacional y amenazando la estabilidad" de la nación suramericana.
"Venezuela exige a la UE respeto a su soberanía (...) y demanda de inmediato el cese de las políticas hostiles", y "se reserva las acciones necesarias" en este caso. EFE