La corrupción en Andalucía sacude a España

Como siempre, los sindicalistas, representantes de "el pueblo y de los trabajadores", se valieron de sus cargos para acumular grandes fortunas. Uno de ellos, Lanzas, se hizo con 16 viviendas y 14 millones de euros

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08 abril 2013

Una gavilla de andaluces corruptos desvió a sus bolsillos centenares de millones de euros destinados a apoyar personas sin empleo y pequeñas empresas en insolvencia, escándalo que sacude hasta la raíz el ºpartido socialista, PSOE.

Los corruptos se lucraban de fondos de ayuda a desempleados y a pequeños negocios, fondos que, a la vez, eran contribuidos por los productores andaluces y de toda España.

La jueza que tomó en sus manos el caso, Mercedes Alaya, ha ido tras los hilos de la conjura, un tejido que toca prácticamente a todos los personajes que ocuparon los más altos cargos de la región.

Como siempre, los sindicalistas, representantes de "el pueblo y de los trabajadores", se valieron de sus cargos para acumular grandes fortunas.

Uno de ellos, Lanzas, se hizo con 16 viviendas y catorce millones de euros; obviamente aunque sean fortunas cuantiosas, palidecen frente a lo usual en Hispanoamérica, donde ningún corrupto que se respeta roba menos de cien millones de dólares, como la sindicalista mexicana, líder del gremio de maestros, que se echó a la bolsa cerca de quinientos millones.

La líder está presa. La detuvieron cuando bajaba de su jet privado.

Del campeón de los pobres, Hugo Chávez, se dice que acumuló una fortuna personal y familiar de por lo menos un billón de dólares.

Después de su partida al más allá, por cierto, han ido saliendo a luz otros pecadillos, entre ellos que, además de ocuparse de los pobres, ayudaba a las pobres que lo merecían como Naomy Campbell, lo que debe haber también contribuido al sustento de las familias de sus rufianes.

Jala y jala el hilito

y los del PSOE quedan en cueros…

La desviación de fondos se hacía con listas simuladas de desempleados y de empresas insolventes, las que nadie auditaba. En muchos casos los desempleados existían pero no recibieron el dinero; en otros se montaba un complejo esquema de lavado para que los dineros terminaran en cuentas privadas. En el camino se repartían comisiones y dádivas para comprar silencio.

Esa es la parte trepidante de la corrupción que está saliendo a luz. La otra es menos ruidosa pero no por ello inocua: el cargar oficinas y entidades públicas con personal sin cualificación alguna, encargar "estudios" innecesarios, nombrar comisiones que trabajaban por años en problemas intrascendentes, colocar parentelas en cargos públicos, etc.

En estos procesos de inflar burocracia se llega al punto en que la mayor parte de los presupuestos se va en salarios, dejando una porción mucho menor para la inversión, obra realizada y servicios prestados. Es, por cierto, lo que sucede en el Seguro Social de El Salvador y ha comenzado a ser el gran problema de Salud Pública: hay salarios por todas partes, bonificaciones, etc., pero a costa de la calidad de los servicios.

No hay partido en España que "pueda tirar la primera piedra", pues todos han inflado las planillas para favorecer "o darles algo" a muchos de sus correligionarios, incluyendo salarios y pagos exorbitantes. Y cuando las recaudaciones no alcanzaban a cubrir la exigencia, se recurría a préstamos; la enorme deuda de naciones como España , Grecia e Italia es consecuencia de prestar para gastar, no prestar para construir y mejorar la producción.

Jalando el hilito la jueza Alaya está dejando en cueros al Partido Socialista de Andalucía y lo que luego siga…