Barcelona y Celta dejan todo para la vuelta de octavos de final por Copa del Rey

Barcelona podrá definir en casa la complicada eliminatoria ante el Celta de Vigo

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Por Agencia / EFE

04 January 2018

Celta y Barcelona aplazaron hasta la próxima semana en el Camp Nou el desenlace de la eliminatoria de los octavos de final de la Copa del Rey después de empatar (1-1) en Balaídos, en un encuentro en el que el conjunto catalán, con muchas novedades en su equipo titular, solo fue superior en la segunda mitad.

Juan Carlos Unzué, entrenador céltico, trazó el partido con toda su artillería; el único no habitual fue el portero Sergio. Más revolucionario fue Ernesto Valverde: colocó al joven Arnáiz como delantero centro, rodeado por Aleix Vidal, Denis Suárez y André Gomes. Sin Messi, Luis Suárez e Iniesta, y alertado de la idea del Celta de buscar la posesión de la pelota, metió músculo para afrontar el encuentro.

Ese gol desajustó el ritmo del Celta, que perdió el control de la pelota y una marcha de su ritmo inicial. Pero se recompuso. Y volvió a asomar sobre la portería de Cillessen. Sisto, Aspas, Jozabed y Maxi Gómez diseñaron una jugada con tiralíneas, en la que, pase a pase, tuvo un primer remate al travesaño de Aspas y acto seguido un cañonazo lateral de Sisto que se convirtió en el gol de empate. No hubo muchas más ocasiones en los últimos diez minutos de la primera parte, salvo un tiro lejano de Wass para el Celta, otro más peligroso de Paulinho para el Barcelona.

Regreso de Dembéle

El tiempo de descanso activó definitivamente al equipo de Valverde. Se apoderó del partido, imprimió un ritmo alto, y con su presión y empuje aprisionó al Celta. Creó tres buenas ocasiones en apenas cinco minutos: un cabezazo en plancha de Arnáiz, un error claro de Denis Suárez al rematar solo ante Sergio un centro lateral de Semedo y un latigazo desde veinte metros de Busquets que desvió el travesaño.

El Celta acusó el cansancio, desbordado, además, por los movimientos de los jugadores de ataque del Barcelona. Se percató de ese momento crítico el entrenador local. Refrescó su equipo con Brais Méndez y Emre Mor. Y algo avivó al equipo gallego. Después de veinticinco minutos sin acercarse al área visitante, Mor se aproximó dos veces con peligro, en la primera dudó en el momento del tiro, en la segunda rozó el gol tras asociarse con Aspas.

Se acaloró bajo la lluvia el tramo final del partido, con disparos de Dembéle -volvió a jugar después de su lesión en septiembre- o Rakitic para plasmar el dominio del conjunto de Valverde, con tiros peligrosos de Maxi Gómez y Aspas cuando el Celta volvió ser a un equipo atrevido, y con un intento final de Sergi Roberto para romper el empate con el que concluyó el primer acto de la eliminatoria.