Malas Calificaciones

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06 septiembre 2011

Malas Calificaciones Las dos últimas encuestas han dejado muy mal parado al gobierno en cuanto se refiere a la opinión que tienen los ciudadanos de su desempeño. Ya en los últimos días de mayo, en las encuestas de opinión correspondientes al segundo año de gestión del presidente Funes, las calificaciones fueron muy malas. En ese momento, la gente manifestó mucha frustración por el agravamiento de los problemas económicos y de seguridad, y mucho desencanto por la incapacidad del gobierno para resolverlos. Hace tres meses, las calificaciones ya eran bastante malas. Según la encuesta de Jabes Market Research, el 78 % de las personas manifestaba que la economía del país había empeorado con el gobierno actual, y el 84% decía que su propia situación no había mejorado ?con el gobierno del presidente Funes?. En esa misma encuesta, el 68% opinaba que la criminalidad había empeorado. Ni hablar de la situación específica del empleo o del costo de la vida, porque en esos ámbitos los resultados eran aún más negativos. Y no había para donde hacerse en el sentido de refutar o poner en duda estas percepciones, porque el malestar de la gente se expresaba de igual manera, con una u otra formulación, con algún punto de más o de menos, en todas las encuestas (LPG Datos, Consulta Mitofsky, UTEC, UCA, Universidad Francisco Gavidia, etc). Pues bien, de conformidad con la última radiografía, la situación sigue más o menos igual. Tal vez peor si nos atenemos a los datos que publicó el lunes pasado la empresa ?Consulta Mitofsky?, porque en esta última encuesta casi el 90% de la gente cree que la situación económica del país ha empeorado, y casi el 80% de los encuestados opina que la situación de seguridad ha empeorado. Claro, aunque suelen ir de la mano, el señalamiento de que la situación es muy mala no debiera interpretarse automáticamente como señalamiento de mala gestión del gobierno. Pero en esta ocasión, a la gente se le ha preguntado expresamente por la responsabilidad del presidente en la solución de los problemas. La encuesta de LPG pregunta si, por lo hecho hasta el momento, se puede decir que el presidente está cumpliendo su promesa de crear un proyecto de generación de empleo, y la respuesta es que solo el 19.8% cree que está cumpliendo. En el mismo sentido, solo 20.3% de los encuestados cree que el presidente está resolviendo los problemas económicos del país, y solo el 20.8% cree que está resolviendo los problemas de seguridad. Esta es una brutal reducción de las opiniones favorables a la gestión del gobierno en relación con las percepciones predominantes hace dos años, lo cual se constata en las respuestas a la pregunta por las expectativas que hizo Mitofsky en noviembre del 2009 y en mayo de 2011. En este plano, la caída de 34 puntos porcentuales en menos de dos años es también abismal. A eso le podríamos llamar el ?índice de desilusión de la gente?, que por definición solo aplica a los que tenían grandes expectativas al inicio del gobierno. Si además sumamos el dato de Mitofsky, publicado hace dos días, según el cual solo el 36% tiene buena opinión de Mauricio Funes (EDH, lunes 5 de septiembre, pag. 14 y lámina 18 en el Resumen Ejecutivo del sitio web de Consulta Mitofsky), entonces no se entiende de dónde sale el dato de 65% de aprobación al presidente, que por cierto coincide con el índice de aprobación de LPG Datos. Eso tienen que explicarlo los encuestadores, porque la pregunta ha quedado en el aire: ¿Cómo es posible que el 80% o el 90% de la gente crea que la situación ha empeorado durante la gestión del presidente Funes, pero a la vez el 65 % aprueba su gestión? ¿Cómo es posible que solo el 20% de la gente crea que el presidente está resolviendo los problemas, pero el 65% aprueba su gestión? Eso no hay quien lo entienda. Se podía entender cuando algunos idealizaban al presidente y atribuían todas las deficiencias de su gobierno a la pesada herencia de los 20 años de ARENA o al supuesto lastre que ponía el FMLN, pero eso ya no lo sostiene nadie en su sano juicio. Según Mitofsky, la aprobación al presidente ha bajado 20 puntos en dos años, de 85% en agosto de 2009 a 65% en agosto de 2011. Esa ya es una caída muy grande en la opinión de los ciudadanos, pero a la luz del conjunto de respuestas de las dos últimas encuestas, el derrumbe del índice de aprobación al presidente podría ser aún más grande, dependiendo del método que se utilizara para medirlo. Ante tales señales de alarma, resulta casi increíble que el presidente aborde la situación como un problema de imagen más que como un problema de gestión. Su costosa campaña mediática denominada ?gobierno en movimiento? parece indicar que en Casa Presidencial creen que el problema no es que las cosas están mal, sino que la gente no se ha dado cuenta que están bien. Con esa mentalidad, es bien poco probable que veamos el golpe de timón que el país necesita, el cambio en la calidad del gabinete, en la solidez de las estrategias y en la eficacia de los planes de gobierno. Salvador Samayoa