Muerto el rey

descripción de la imagen

Por

10 marzo 2013

Muerto el rey... La muerte de Hugo Chávez cambiará profundamente la política salvadoreña por la misma vía por la que la cambió en sus últimos años de vida pero en sentido contrario?a través de una reducción de los enormes volúmenes de dinero que Venezuela le transfiere al FMLN por medio de las empresas Alba y otros vehículos asociados.

El siguiente gobierno venezolano, cualquiera que sea, no tendrá la fuerza política para seguir repartiendo dinero en forma masiva a otros países cuando la tasa de pobreza es muy alta en Venezuela y la clase media está sufriendo severas escaseces y altas tasas de inflación.

La única excepción sería Cuba si es que los chavistas siguen en el poder, no porque los venezolanos sientan una simpatía especial por ese país sino porque los chavistas necesitan a los agentes cubanos para reprimir a los venezolanos.

Los 10 a 15 mil millones de dólares que Venezuela le envía a Cuba son el pago, a un precio altísimo, de los servicios represivos en los que los cubanos son altamente especializados.

Pero el FMLN no aporta nada a los chavistas, excepto servicios de servilismo, que no tienen mayor valor para los chavistas.

Esta reducción de los flujos de dinero se dará más rápido si los que ganan en Venezuela son los de la oposición.

Sin el dinero de Chávez, el FMLN será un partido diferente.

Internamente, de cara a sus correligionarios, el poder de la cúpula actual se debilitará sustancialmente porque la hegemonía de esta se ha debido no a razones ideológicas (el partido comunista, al que pertenecen los que controlan la cúpula, es una minoría pequeña en el FMLN) sino al desnudo poder del dinero.

Sin dinero, esta cúpula no podrá asegurar triunfos a sus estructuras clientelistas de correligionarios.

Los hasta ahora mansos y obedientes correligionarios se volverán cada vez más inquietos e impacientes, hasta que se rebelen y sustituyan la cúpula actual por una que pueda asegurarles las victorias electorales que necesitan para seguir disfrutando de las mieles del poder, nacional y localmente.

Muy probablemente esta nueva cúpula será mucho más moderada que la actual, ya que tendrá que reconocer que un FMLN radical no puede ganar el poder nacional porque más del 80 por ciento de los salvadoreños rechazan el radicalismo y apoyan la democracia y los derechos individuales.

El FMLN se debilitará también externamente, de cara al electorado.

La fuerza que el FMLN está cobrando, especialmente en el campo, se debe no a razones ideológicas o a la competencia de sus gobiernos nacional y municipales sino a las cosas que, a un costo enorme, está regalando a estructuras partidarias y a ciudadanos comunes.

Sin dinero, este proceso se revertirá.

De esta forma, la muerte de Chávez probablemente resultará en el debilitamiento electoral del FMLN, que junto con la pérdida de poder interno de la actual cúpula, llevará a un cambio de ésta por una más moderada, más acorde con el electorado salvadoreño.

El gran esfuerzo que la cúpula ha estado haciendo para hacer entrar al pueblo salvadoreño en un régimen dictatorial de corte cubano o chavista a punta de dinero habrá fracasado por falta de dinero.

¿Cuándo pasará esto?

Es fácil pensar que todavía falta mucho tiempo para que pase porque las empresas Alba le han dado enormes cantidades de dinero a la cúpula del FMLN, parte de las cuales sin duda son suficientes para financiar cómodamente una campaña presidencial.

Sin embargo, el efecto de la muerte de Chávez se sentirá inmediatamente, aunque todavía haya fondos, porque ya la expectativa es que después de ese dinero no habrá más.

Eso es veneno para una red de clientelismo como la que regentea la cúpula del FMLN por dos razones.

Primero, porque los alcaldes, los diputados, y los que ahora son funcionarios sólo porque la cúpula los ha puesto quieren continuidad en sus puestos.

Quieren puestos durables, no efímeros.

Y ya saben que los de la cúpula actual no tendrán el poder de dárselos.

Para ellos, será mejor ir matando su chucho a tiempo.

En las luchas de poder que inevitablemente vendrán, no se pondrán de lado de la cúpula actual, porque ya saben que ésta va a perder, sino de los que ofrezcan una posición política más sostenible.

Segundo, como todos saben que sin dinero la maquinaria no funciona, y que el dinero ya no va a fluir, el incentivo para desviar los fondos hacia asegurarse cada quien un futuro, cuando los fondos ya no fluyan, aumenta exponencialmente.

Esta es la manera en la que se desmoronan los poderes políticos basados en clientelismo.

Por supuesto, el FMLN y sus gobiernos pueden tener otras fuentes de ingresos que lo pueden mantener muy fuerte, que si las sigue usando hará que la muerte de Chávez sea irrelevante.

De hecho, la transferencia de ingresos más grande que el gobierno del FMLN ha recibido para gastar en proyectos populistas electorales fue la que le aprobó ARENA hace algunos meses sin ninguna condición que realmente forzara al gobierno a no gastarla en esos proyectos.

Los estimados de los ingresos que el FMLN ha recibido de Alba para este tipo de gastos andará entre 250 y 500 millones de dólares.

ARENA le aprobó 800 millones en puro efectivo al gobierno con el pretexto de que los tenedores de los bonos a 2023 que podían ser cobrados en 2013 serían cobrados.

Todo el mundo sabía que nadie los iba a cobrar, porque tenían un valor más alto en el mercado que lo que el gobierno pagaría por ellos.

Pero, sabiendo esto, ARENA los aprobó, dándole al gobierno mucho más dinero que Alba para que se promueva antes de las elecciones con gastos populistas y clientelistas.

Si el FMLN sigue sacando dinero de esta forma, la muerte de Chávez y cualquier otra cosa no le reducirá la cantidad de dinero que puede obtener, y seguirá gastando para tomarse el poder total.

Manuel Hinds