La guerra de las encuestas

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11 October 2013

La guerra de las encuestas Observador Político L os partidos políticos saben que las encuestas no sólo reflejan las preferencias electorales de los ciudadanos en un determinado momento, sino también pueden contribuir a modificar esas preferencias. ¿Cómo ocurre eso? - Es algo muy simple. Por lo general, a nadie le gusta desperdiciar su voto dándoselo a un candidato que no es viable. Si las encuestas reflejan que un determinado candidato tiene un porcentaje muy bajo de aceptación, es muy probable que sus simpatizantes le otorguen el voto a otro candidato que tenga mejores posibilidades de ganar. De esa forma, las encuestas de opinión siempre anulan prematuramente las aspiraciones de candidatos poco conocidos que compiten con bandera de un partido nuevo, aunque sus propuestas sean mejores que las de los candidatos más conocidos y las de los partidos ya establecidos. Esto es particularmente cierto en elecciones presidenciales, en las que un partido o candidato necesita persuadir a millones de votantes para poder ganar. Pero ese impacto también resulta bastante determinante para partidos grandes en contiendas que se perciben apretadas. Ese es el caso de la actual campaña para la elección presidencial en 2014. Se sabe desde ya que muy difícilmente habrá ganador en primera vuelta. Es comprensible, entonces, que los electores voten en primera vuelta teniendo en cuenta, de una vez, las proyecciones para segunda vuelta. Si mi candidato preferido aparece en las encuestas con pocas probabilidades de pasar a segunda vuelta, empiezo a pensar, empiezo a inclinarme por el mejor o el menos malo entre los dos que más probablemente competirán en la segunda ronda. A manera de ejemplo, si la prioridad de un votante es sacar al FMLN del gobierno, es lógico que, entre Quijano y Saca, apoye al que tiene mejores posibilidades de derrotar en segunda vuelta al FMLN, asumiendo que las encuestas continúan dándole a Sánchez Cerén una alta probabilidad de ubicarse en primero o segundo lugar en la primera vuelta. En ese caso hipotético, la reciente encuesta de Data Research no deja duda sobre a quién debiera darle su voto alguien cuyo principal interés sea derrotar al FMLN. Según los datos de esa encuesta, Sánchez Cerén pasaría a segunda vuelta; la segunda plaza se la disputan Saca y Quijano, de momento con posibilidades casi iguales, pero la encuesta también afirma que, en segunda vuelta, Saca le ganaría a Sánchez Cerén, mientras que éste derrotaría a Quijano. Con este ejemplo no estoy insinuando que Data Research haya manipulado los datos de la encuesta para plantear una situación que favorece a Tony Saca. Aunque es este candidato quien suele pagar las encuestas de esa empresa, asumo honestidad mientras no se demuestre lo contrario. Traigo a cuenta el caso simplemente para ilustrar el interés que tienen

los candidatos y los partidos en los resultados de las encuestas y la consiguiente tentación de los equipos de campaña para influenciar esos resultados. Por esa sola razón, los ciudadanos debemos leer con prudente desconfianza los resultados de encuestas pagadas por los partidos políticos. Las encuestas que hacen las universidades y los medios de comunicación ofrecen más garantías de pureza, pero se han dado ya casos en que algunas de estas encuestas también parecen favorecer deliberadamente a un determinado candidato. A eso habría que añadir los sesgos involuntarios que resultan de la aplicación de determinados métodos en el diseño de las muestras y en la forma de realizar las preguntas a los ciudadanos. En este marco de intereses políticos y limitaciones técnicas que suscitan desconfianzas, resulta muy interesante la nueva propuesta de EL DIARIO DE HOY para auscultar las preferencias electorales a partir de esta fecha hasta la finalización del proceso. La contratación que ha hecho El Diario de Hoy de la empresa Newlink Research, la cual opera fuera de El Salvador y utiliza tecnología de punta, anula toda posibilidad de manipulación de los datos y reduce los márgenes de error de las encuestas. La encuesta telefónica automatizada que realizará Newlink permite una aproximación neutral y estandarizada a los entrevistados; supera los impedimentos de acceso a colonias residenciales protegidas por barreras de seguridad; llega a todos los rincones sin distinción de nivel socioeconómico gracias a la penetración de la telefonía celular;

registra y procesa las respuestas sin intervención humana. No hay forma, en ninguna de las etapas del proceso, de introducir sesgos, en caso de que alguien quisiera hacerlo. Es encomiable el esfuerzo que hace EL DIARIO DE HOY para llevar a sus lectores resultados muy confiables sobre preferencias electorales. Esta iniciativa seguramente va a contribuir a poner altos estándares para todas las empresas que de buena fe se dedican a realizar estudios de opinión pública en nuestro país. Por Joaquín Samayoa