De nada valen argumentos contra las voces desde lo alto

Si ahora se controlan los intereses, tarde o temprano serán las consultas médicas, los alimentos o los fertilizantes los afectados. Cada sector poblacional tendrá precios que querrán controlar

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14 enero 2013

La Asamblea estudia --estudian mucho aunque aprenden poco--. las observaciones que hizo el Ejecutivo a la Ley de Usura, una ley de control de precios al dinero que además insulta con el apelativo al sector financiero del país y del mundo.

El Ejecutivo, hay que anotarlo, se tomó la molestia de reducir en un punto el interés máximo que puede cobrarse en los saldos de las tarjetas de crédito, lo que en términos reales incrementa la masa de personas que no podrán tenerlas. No hay, en esta vida, almuerzos gratis; alguien los paga y, en este caso, son aquellos a quienes se les obliga a renunciar al crédito bancario y recurrir a los prestamistas informales, los verdaderos usureros.

De nuevo el país marcha hacia atrás, al Medievo, cuando cobrar intereses se consideraba un pecado punible en el cadalso.

La aprobación de la ley comprueba cuatro realidades, a saber:

--- Lo primero, que este es un primer paso para imponer controles de precios a más y más transacciones económicas. Ahora son los intereses bancarios; más tarde pueden ser los alimentos importados o el aceite comestible como en los Ochenta, lo que generó de inmediato los mercados negros abastecidos por secuaces del régimen de entonces;

--- lo segundo, que si ahora se controlan los intereses, tarde o temprano serán las consultas médicas, los alimentos o los fertilizantes los afectados. Cada sector poblacional tendrá precios que querrán controlar;

--- lo tercero, que de nada valen argumentos, experiencias o discusiones para disuadir a los personeros del régimen sobre lo inconveniente o conveniente de leyes, medidas y políticas; sus rumbos están trazados y nada les lleva a desobedecer las voces que oyen desde lo alto;

--- nos estamos convirtiendo en el país donde no vale ni la lógica ni la moral ni la sensatez ni la experiencia ni la vergüenza; el caso más reciente es lo resuelto por un tribunal de apelaciones en París, que falló en contra del recurso interpuesto por el régimen salvadoreño, pero aquí dicen personeros del mismo que no lo van a acatar.

--- lo cuarto, que a primera vista puede creerse que habrá una reducción de los intereses que paga la gente, pero al encarecer las operaciones de los emisores de tarjetas, lo probable es que quienes queden con sus créditos paguen más por ellos. El motivo es que en ese campo, como en todo, operan las leyes de los grandes números y los beneficios de las economías de escala, los que ahora serán menores.

Al no haber financiamientos, no hay desarrollo

Como señalamos al inicio, la mentalidad medieval, que encaja con las ideas del marxismo, rechazaba el cobro de intereses, lo que obligó a los financieros de aquellos siglos a buscar maneras para cobrar por el uso del dinero, como se cobra por el uso de una vivienda o por el asiento en un autobús. Una de ellas era firmar por el monto total pero recibir sólo una parte de el, siendo la diferencia el equivalente a los intereses. Juan presta cien por un año al seis por ciento: Pedro le entrega noventa y cuatro pero el documento es por los cien.

La persecución contra la usura es lo que prolongó el retraso de la humanidad.