La fuerza del pueblo

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03 febrero 2014

La fuerza del pueblo Otra vez sucedió. La derrota del 2 de febrero no es definitiva, pero casi lo fue. El instinto de ARENA será decir, como tantas veces, ?cerremos filas, y vamos con todo?, esperando que esta vez, milagrosamente, si nadie hace una crítica, si todos decimos que ARENA va a ganar, si se canta el himno suficientes veces, si no se hace ningún cambio ni se reconoce que hay necesidad de cambiar, si todos decimos que todo está bien, el pueblo recapacitará y dará el triunfo a ARENA. Eso sería un error craso. Sí es cierto que debe haber una compactación de los que tenemos convicciones democráticas y que queremos el progreso para nuestro país. Pero esa compactación pasa por una reflexión profunda sobre la naturaleza, el alcance y la magnitud de la derrota, y sobre las cosas que hay que hacer para revertirla en cinco semanas. No será fácil hacerlo. Pero nadie ha dicho que es fácil sobrepasar un marcador de 49 a 39, revirtiendo errores que fueron obvios desde hace mucho tiempo y que no se quisieron arreglar por vanidad, por intereses, o porque no se ha comprendido la naturaleza de lo que está pasando. ARENA debe interpretar la votación del 2 de febrero como lo que fue: una clara manifestación del pueblo de que el ambiente político del pueblo ha cambiado drástica e irreversiblemente. Pero ese cambio no ha sido como querría el FMLN, una radicalización del votante hacia la izquierda, sino una decisión muy clara de los votantes de no someterse a tener que votar por opciones que no le gustan. Así, en medio de circunstancias muy peligrosas, la votación del 2 de febrero ha sido un avance en el desarrollo de nuestra democracia. Demuestra que la nueva clase media no va a jugar los juegos del pasado. Por supuesto, el electorado está corriendo un peligro muy grande, pero las cúpulas de los partidos han demostrado que si el país no pasa por ese camino tortuoso y peligroso no van a ceder el poder al pueblo. ¿Qué tan masiva es la victoria del FMNL? La Tabla 1 pone en perspectiva los resultados de la votación del 2 de febrero al transformar las cifras de cómo las presenta el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ?como porcentaje de los votos válidos?a la manera en la que se presentan en las encuestas?como porcentaje del electorado total, incluyendo a los que han votado y a los que no votaron. La segunda columna le quita mucho a la potencia de la cifra obtenida por el FMLN, bajándola de 48.92 a 25.44 por ciento de los potenciales votantes. También la baja la potencia a la diferencia de votos, de 10 a cinco puntos, ya que como porcentaje del electorado ARENA sacó el 20 por ciento. Esta diferencia tan grande la hizo el enorme porcentaje de los que no votaron, que representan el 48 por ciento del electorado. Estos, no ARENA, fueron la segunda fuerza en esta votación. Tabla 1: La tabulación de los votos con y sin abstenciones (Primera vuelta 2014) Los que creen que la votación muestra un ascenso histórico para el FMLN se sentirán sorprendidos al ver la Tabla 2, que muestra los porcentajes del electorado ganado por los distintos partidos en las elecciones anteriores de presidente. Note usted que tanto ARENA como el FMLN cayeron sustancialmente del 2009 a ahora: el FMLN por seis puntos, ARENA casi por diez. Comparado con 2004, el FMLN ha regresado al porcentaje con el que perdió en 2004?ha caído al mismo voto duro que tuvo antes de los votos adicionales que le dio Mauricio Funes. La pérdida catastrófica de ARENA no se debió a que el FMLN haya ganado más votos (está de vuelta en su voto duro, está igual a cuando perdió en 2004) sino a que ARENA perdió 20 puntos con respecto a 2004?como máximo 6 puntos a Tony Saca pero al menos 14 a los que se llamaba indecisos en las encuestas pero que ahora se ha demostrado que estaban muy decididos a no votar. Es decir, estos votantes que son casi la mayoría abandonaron tanto al FMLN como a ARENA, dejando a ambos partidos con sus votos duros o semi-duros. En esos niveles, el FMLN queda con un número de votos que pierde si todos votan, y ARENA con un número de votos que pierde si pocos votan. Tabla 2. Votaciones para presidente como porcentaje del electorado, 2004 a 2014 Estas son las cifras que son importantes?las que toman en cuenta los que votaron y los que no. Y en esas cifras el marcador no es 49 a 39 sino 25 a 20, y los votos que hay que ganar no son los de los que votaron por el FMLN sino los de los que están decepcionados de éste y de ARENA. La pregunta es cómo recuperar esos votos. La respuesta pasa por entender por qué los perdió ARENA. ¿Por qué ARENA perdió esos votos? La naturaleza del problema nunca ha sido secreta. Basta platicar con suficiente número de personas para entenderlo. Es más, se ha intuido desde hace mucho tiempo. En ?El pensamiento de grupo? publicado hace casi xactamente un año, a fines de enero de 2013, escribí sobre lo que ha causado la abstención del voto: ?El ambiente electoral es de una desilusión generalizada. Ninguno de los tres candidatos inspira el entusiasmo que un candidato debería de generar para una elección tan importante como la del 2014. Aunque estas elecciones son muy importantes para todos, son de vida o muerte para ARENA y la población que se ha sentido representada por ella en las últimas tres décadas. Otra derrota en elecciones presidenciales dejaría a ARENA muy maltrecha.? En un artículo llamado Secessio Plebis de noviembre del año pasado explicité muy claramente la relación de este problema con la abstención del voto: ?La sensación que tiene el pueblo de estar sujeto a un chantaje de las cúpulas partidarias no es nueva. El mensaje lo ha ido mandando el pueblo de varias maneras y por distintos caminos, pero los partidos políticos siempre vuelven a pensar que otra vez los ciudadanos tendrán que votar por lo que ellos digan. La probabilidad de que no lo hagan ha ido aumentando, sin embargo. Si la gente que medita su voto deja de votar, los que decidirán serán los más fanáticos, los que votan siempre igual aunque los candidatos sean pésimos y aunque no tengan la más mínima idea de lo que hay que hacer para mejorar al país. Los datos de las encuestas muestran que si esto sucede se abriría la única oportunidad que tiene el candidato del FMLN de ganar las elecciones de 2014. Es el peor de todos los candidatos pero tiene un voto duro muy sustancial detrás de él.? Eso es lo que pasó exactamente. El FMLN ganó con su voto duro porque casi la mitad del pueblo, más del doble de los que votaron por ARENA, se han rehusado a dejarse imponer opciones mediocres. Puede argüirse que es irracional no votar porque es igual que votar por el FMLN. Pero la gente se niega a ir, año tras año, dejando que le presenten opciones que no son aceptables. Ese es el gran cambio que se ha dado. Esta es la fuerza que está mostrando el pueblo. Lo terrible es como ARENA resistió lo que para todo mundo se estaba volviendo claro. ¿Cómo es posible que esto haya sucedido en un partido político, que supuestamente debe estar en contacto con las tendencias populares? En el fondo es la soberbia que quedó de victorias pasadas. En el párrafo final del mismo artículo de fines de enero de 2013 escribí: La base de esa cultura de ?tendrán que hacer lo que decimos? es la soberbia, que califica de traidor a cualquiera que haga ver que, después de casi dos años y a pesar de todas las advertencias vertidas en ese período y desde antes, la campaña sigue estancada y se está abriendo la puerta para que gane el FMLN. En vez de tomar la actitud del avestruz, es tiempo de mostrar seriedad, de ganar credibilidad real con los votantes que se están yendo al Monte Sacro (lugar a donde se iban los romanos a negarse a participar en la vida de la ciudad cuando la clase política no le daba opciones aceptables). La responsabilidad que tienen los partidos políticos y los que los manejan es tan grande que el proceso no puede ser dominado por la vanidad del poder. En estas elecciones nos estamos jugando el país. No es tarde La votación del 2 de febrero se ha interpretado como un triunfo histórico del FMLN. Pero no lo es. En realidad, marca la limitación que tiene un partido extremista de superar una cuarta parte de los votos con sus propias ideas y gentes. Tal y como se predijo tantas veces, el 2 de febrero el FMLN perdió los votos moderados que había ganado con la candidatura de Mauricio Funes. Antes de Funes tenía el 25 por ciento, con Funes tuvo el 32 por ciento, después de Funes ha regresado al 25 por ciento. Es un golpe muy duro, que no le afectó sus oportunidades de triunfo sólo por los errores terribles cometidos por ARENA, que lo hicieron perder más. Es decir, el FMLN tiene el 25 por ciento del electorado y ya no puede subir de allí. Esto abre una oportunidad inmensa para ARENA. Pero tiene que actuar rápido, no con palabras sino con hechos que demuestren que ha entendido la lección y que está dispuesta a cambiar en términos de democratizarse, modernizando sus lideratos y sus ideas, y abrirse a los jóvenes, funcionando institucionalmente y no con compadrazgos, y buscando el poder con ideas claras, realistas, y transparencia y probidad. Dentro de esas acciones deben estar las necesarias para mostrar que ARENA no permitirá que el manejo político del país sea un premio adjudicado afuera del partido mismo a la vanidad de carreras exitosas en otras áreas y que el partido asegurará que los procesos que se usan para tomar decisiones sean internas al partido y transparentes para todos sus miembros y la ciudadanía en general. Sólo en la competencia del debate continuo, no por las cantidades aportadas al partido, es que deben de surgir los líderes y las ideas que ellos promuevan. ARENA tiene que ser abanderada de que los poderes político y económico se separen, así como debe hacerse con Alba y el FMLN. Por supuesto, hay muchas cosas que no pueden ya cambiarse en este proceso electoral. Pero se puede demostrar que la lección se ha aprendido y mostrar que se cambiarán en el futuro. Si el partido lo hace de una manera creíble e inteligente, los que se han retirado al abstencionismo van a regresar a votar por ARENA porque también los resultados del 2 de febrero han sido un campanazo para ellos. Les ha mostrado como sólo la suerte ha hecho que tengamos una segunda vuelta para que ARENA rectifique y ellos puedan depositar otra vez su confianza en el partido y evitar el abismo al que nos hemos asomado. En el mismo artículo que ya cité ?El pensamiento de grupo? de hace un año escribí: Si las elecciones se pierden, y las probabilidades de perderlas son altas, nadie olvidará que en enero de 2013 todavía había tiempo de estudiar la realidad con ojos frescos y corregir la tendencia negativa que lleva la intención de voto por ARENA. Hoy estamos en la hora 23 pero todavía hay tiempo. Ojalá que los intereses y las vanidades personales no nos entreguen a lo peor que puede pasarle a un país?la obscuridad de un régimen basado en el odio y la ignorancia. Si el pueblo se da cuenta de que ARENA ha aprendido la lección, su fuerza dejará de usarse para que la aprenda y la usará en la construcción de una democracia próspera para todos, basada en la productividad del capital humano de una sociedad de clase media, sana y educada, libre y respetuosa de los derechos individuales. Manuel Hinds