A usted, que se levanta temprano y se enfrenta día a día al tráfico salvaje para llegar a su lugar de empleo, ¡Feliz Día del Trabajo! Agradezca que lo tiene, que en 2016 en América Latina y el Caribe la tasa de desempleo alcanzó el 8.1 por ciento, según el último informe de la Organización Internacional (OIT). En El Salvador, específicamente, la tasa de desempleo es superior al cinco por ciento. Eso, sin contar a la cantidad de personas que se han dado por vencidas en la búsqueda, invisibles a estadísticas de cualquier tipo y absorbidas por el mercado informal.
A usted, emprendedor, sea del sector informal o formal, feliz Día del Trabajo también. Al invertir y absorber el riesgo en una aventura comercial en beneficio propio, favorece intencionalmente o no, a varios a su alrededor. Sin sus ganas de trabajar, crear, y creer en el futuro económico de El Salvador (algo que en nuestro país es dificilísimo, hasta para el más optimista), el bienestar de sus clientes, proveedores, y empleados, se vería reducido.
A usted, miembro de hogar que se dedica al cuido familiar, de niños, parejas enfermas o adultos mayores: feliz Día del Trabajo. Su labor diaria es probablemente dada por sentado, asumida, no remunerada y poco apreciada. Y sin embargo, es el secreto del éxito profesional detrás de muchas personas que han podido avanzar en su carrera porque delegaron en alguien más sus propias obligaciones de cuidado familiar. A veces, esta labor delegada es el segundo empleo de muchos de ustedes, agregándoles horas laborales en su día a día y apoderándose de sus fines de semana. Hoy debería también honrarse su labor -- que por no ser remunerada no es menos labor -- que no se aprecia lo suficiente.
Feliz Día del Trabajo a las trabajadoras domésticas, que en ocasiones delegan el cuido de su familia a otros para cuidar de otras familias. Feliz Día del Trabajo al personal docente del país, que para educar a las generaciones del futuro se moviliza a diario por caminos, en ocasión intransitables, para llegar a las escuelas en todos los rincones del país. Reconocimiento también a los estudiantes: aún sus esfuerzos no son remunerados, pero no es menos trabajo el que a diario realizan al invertir tiempo en su formación, muchas veces arriesgando sus vidas frente a la delincuencia con tal de asistir a la escuela. Lo mismo a los médicos y personal de salud, que a pesar de la negligencia gubernamental en lo que a medicinas e infraestructura nacional se refiere, ustedes continúan debiéndose a su juramento hipocrático. Feliz Día del Trabajo en general, al trabajador que haya quedado sin mención específica pero a diario, como decimos en salvadoreño, se “parte el lomo” y “echa riata”, ya sea por supervivencia, pasión, convicción o satisfacción personal.
Pero usted, autoridad gobernante, que usará esta fecha para apoyar gobiernos opresores como el venezolano, que el día de hoy, en vez de marchar por su gente y su pueblo que clama por un lugar donde poder trabajar y educarse con seguridad, en vez de implementar estrategias de largo plazo que faciliten la inversión económica y la creación de empleos, marchará en busca de rédito político para su partido anquilosado en el pasado, usted no merece reconocimiento alguno. Antes, mejor póngase a trabajar.
*Lic. en Derecho de ESEN con maestría en Políticas Públicas de Georgetown University. Columnista de El Diario de Hoy. @crislopezg