Hace poco un amigo me preguntaba por qué crece tan poco El Salvador. Yo le contesté que es cierto que el país crece muy poco, pero que la pregunta válida es por qué crece tan poco América Latina, ya que la región en promedio crece tan poco como nosotros. Él se sorprendió porque, como muchos analistas económicos, se ha quedado un poco atrasado, pensando que el resto de América Latina sigue creciendo rápidamente a pesar de todo lo que sale en los medios internacionales, desde hace algunos años, mostrando que esto ya no es cierto.
Y luego le pregunté: ¿En qué año nos comparamos con Brasil, por ejemplo? Veamos la gráfica 1, que muestra las tasas de crecimiento del PIB por persona expresadas en dólares ajustados por la inflación y por el poder de compra del dólar en cada país (PPP). ¿Lo comparamos en 2010, cuando Brasil creció 6.5 por ciento y El Salvador solo 1.1 por ciento; o en 2012, cuando Brasil creció 0.8 por ciento y nosotros 1.6 por ciento; o en 2014, cuando Brasil decreció en 0.7 por ciento y nosotros crecimos 1.7 por ciento (uno por ciento más que Brasil); o en 2015, cuando Brasil está cayendo al 2 por ciento anual y nosotros estamos creciendo más o menos al 1.7 por ciento (3.7 más que Brasil)? Y en 2014 crecimos 1.5 por ciento más que el promedio de América Latina y un punto más que México. Peor aun. Ellos vienen para abajo bien rápido. ¿Cómo es eso? ¿Muchos países creciendo menos que nosotros? ¿Y qué no era que todos crecían más que nosotros?
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FUENTE: World DataBank, Banco Mundial e International Financial Statistics, FMI.
Entonces, ¿qué cifra es la que tomamos?
¿CÓMO COMPARAR?
La comparación tiene que hacerse sobre el largo plazo porque, como se ve en la gráfica 2, el crecimiento del PIB por habitante de América Latina depende en gran medida de las fluctuaciones en los precios de los productos primarios. Usted no puede estudiar el crecimiento solo en los años de las vacas gordas (que es lo que muchos han hecho últimamente) ni solo en los de las vacas flacas, sino en el promedio de ambos. Como se ve en la gráfica, podemos usar los años desde 1990 porque tienen casi dos ciclos de vacas flacas y gordas. Así se puede observar el comportamiento de la economía en los años de vacas flacas y gordas.
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FUENTE: World DataBank, Banco Mundial e International Financial Statistics, FMI.
Este punto es muy importante para evaluar el crecimiento de El Salvador. Como el país exporta muy pocos productos primarios (en 2014 representaron apenas el 5.5 por ciento de las exportaciones, principalmente entre café y azúcar) nuestro país no se beneficia directamente de los booms de productos primarios ni sufre tanto con las caídas de estos productos. Cuando se compara con años de boom de esos precios, El Salvador sale debajo del promedio de la región; cuando estos precios bajan, como ahora, sale arriba de dicho promedio (mire el 2014 en la gráfica 1).
LA REGIÓN QUE CRECE POCO
Si comparamos El Salvador con la del resto de América Latina a lo largo de las vacas flacas y las vacas gordas vemos que nuestra tasa de crecimiento ha sido casi igual que la del promedio de la región, y mayor que la de Brasil y México (ver gráfica 3). Estas cifras desmienten mucho de lo que se dijo en los últimos años sobre las razones por las que El Salvador crece poco que el resto de América Latina crecía más porque tenían monedas propias, porque los gobiernos daban más subsidios, porque Lula y otros eran genios económicos. La mayor parte de los países dependen de los productos primarios. Crecieron mucho en la década pasada porque hubo un boom de dichos productos en los mercados internacionales, pero igual crecieron bien poco en 1997-2003 y en estos años actuales porque estos precios cayeron.
El problema es que el crecimiento subyacente de la economía, el que es independiente de los precios de los productos primarios, es muy bajo en toda la región. De nada le sirve a Brasil y a otros países de América Latina crecer muy rápido algunos años para luego caer profundamente en otros. En el promedio, estos países crecen tan poco como nosotros.
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FUENTE: World DataBank, Banco Mundial.
EL PROBLEMA COMÚN
El problema de la América Latina entera es que todavía no ha entendido cuál es la fuente real del crecimiento y sigue creyendo que hay trucos monetarios y fiscales que hacen que los países crezcan más. Todos los que creían que esos países crecían más que El Salvador porque tenían monedas propias ahora tendrían que explicar por qué, si todavía tienen sus monedas propias, ya no solo están creciendo menos que El Salvador sino que además están sufriendo caídas en su PIB. Esto más, tienen que explicar por qué mientras más se devalúan sus monedas menor es su crecimiento. La verdad es que no lo explican porque no pueden, ya que esas no son las fuentes de la riqueza.
La verdadera fuente del desarrollo es el conocimiento y la capacidad de organizar tareas complejas. Eso es lo que ha vuelto ricos a los países desarrollados. Las verdaderas herramientas de política económica son la educación y la salud. La América Latina crece tan poco porque no ha entendido esto.
La cambiante realidad
Por Manuel Hinds