La crisis fiscal

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23 February 2016

La crisis fiscal Observador Político L a crisis fiscal en El Salvador consiste en que el gobierno tiene cada vez menos recursos para cumplir con sus obligaciones más fundamentales (entregar servicios sociales de educación y salud, proteger a la ciudadanía, y pagar sus deudas, primordialmente entre ellas las deudas de pensiones) a pesar de que está gastando más de lo que le entra y que lo que le entra son los recursos fiscales más grandes que ningún gobierno ha tenido jamás. El problema no está, entonces, en que gasta más que lo que le entra; eso, es una consecuencia. El problema está en que hay algo que se está comiendo al estado mismo. Esto es como un cáncer que aunque la persona se alimente más y más, se va comiendo por dentro los huesos, los órganos, y todo lo que una persona es. Lo que se ve por fuera, que los gastos son mayores que los ingresos, es solo un síntoma del apetito insaciable de eso que no solo se come los recursos que vienen de la población en forma de impuestos y endeudamiento, sino también los recursos que antes se usaban para darle servicios sociales a la población. Así, cuando esta enfermedad haya terminado dejará al país con mayores impuestos, mucho mayores deudas, y mucho mayores deficiencias en los servicios sociales. Ese es el problema, no solo que los gastos son mayores que los ingresos, que es la manera en la que el gobierno quiere pintarlo. Obviamente, una persona no se cura de cáncer dándole más comida para que el alimento alcance para las células cancerosas y las sanas. Tampoco se cura una crisis fiscal como la de El Salvador solo dándole más dinero al gobierno. Ese dinero nunca será suficiente, y el cáncer seguirá comiéndose los servicios públicos. Cada vez habrá menos medicinas en los hospitales, cada vez habrá más escuelas cayéndose, la policía tendrá cada vez más dificultades para pagar sus operaciones, independientemente de cuanto dinero se le de a este gobierno. Como ya varias experiencias han demostrado, el dinero se irá para el cáncer, no para lo que se necesita para que funcione el estado. El cáncer es tan poderoso que quiere comerse en dos o tres años más de 4 mil millones de dólares que tienen ahorrados los cotizantes de pensiones, sin garantía de que el gobierno no va a volver por más y que no va a seguir quitándole recursos a los servicios públicos. Lo que hay que controlar y revertir es ese cáncer insaciable. El problema fiscal se mantendría aun si este gobierno lograra equilibrar ingresos con gastos pero lo hace a costa de tener cada vez menos medicinas, menos servicios públicos, menos para pagar pensiones. De esta manera, los políticos en este gobierno han estado trasladando al futuro, para cuando ellos ya no estén, los gastos que habrá que hacer para volver a tener las medicinas necesarias, para reparar las escuelas, para pagar las pensiones para las cuales ya no habrá ahorros para pagarlos. Es decir, el problema fiscal es mucho más complejo que lo que muchos piensan. Para resolverlo es necesario no solo equilibrar gastos e ingresos, sino también reorganizar los gastos para que las funciones fundamentales del estado operen como se debe mientras se equilibran los ingresos y gastos en general. El problema es más complejo porque el cáncer es la manifestación de la anarquía que existe en el gobierno como consecuencia de su total incompetencia. El gobierno quiere más y más dinero, y gastarlo más y más, y contratar más y más de sus partidarios, sin tener prioridades y sin siquiera tener la capacidad de ejecución para realizar proyectos. Como nadie pone orden, todos mandan, y todos piden y todos gastan en un esquema de gobierno que solo puede describirse con la palabra caos. La contradicción más grande de los gobiernos del FMLN, y del FMLN también, es que quieren el poder absoluto y no saben qué hacer con él¿al menos no para promover el desarrollo social y económico del país. Toman dinero de donde pueden, de impuestos, de préstamos, de recursos que antes se usaban para dar servicios públicos, y lo tiran a la basura, porque a ellos no les cuesta, porque no saben qué hacer con él. Es muy probable que ellos mismos no entiendan siquiera lo que está pasando. No se dan cuenta de que ellos son su propio enemigo. No se dan cuenta de que con la única otra cosa que saben hacer además de malgastar el dinero, insultar a los inversionistas y amenazarlos con quitarles sus pensiones (los inversionistas más grandes ahora son los fondos de pensiones), sus empresas, sus dólares, lo único que logran es deprimir más al país. O quizás sí lo entienden y lo hacen porque un país pobre es más fácil de controlar en una tiranía. Ese es el cáncer. Mientras no se controle este problema, no hay fondo al que podamos caer. Siempre habrá un fondo más profundo. Por Manuel Hinds