A manifestarse por Venezuela… y ojalá que también por El Salvador

Una crisis humanitaria nos debe mover a la acción pero, ¿acaso la situación de nuestro país no amerita que los salvadoreños salgan a las calles y digan de una vez por todas “¡Ya basta!”?

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29 April 2017

En estos últimos días, circula en redes sociales una invitación para asistir a una manifestación en solidaridad con el pueblo venezolano, que tanto sufre en las manos del dictador Nicolás Maduro. La cita es el martes 2 de mayo, a las 4:00 p.m., en el redondel Plaza Italia.

No me extrañaría que los grupos afines al Gobierno monten una de sus “contramanifestaciones”, como es usual, si no se quedan sin fuerzas después de las marchas del 1 de mayo.

La fecha no es coincidencia. Ese mismo día, la Cancillería de El Salvador ha convocado a una reunión de los países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), después de que Venezuela lo pidiera a través de la canciller de esa nación sudamericana. El único punto de agenda, de acuerdo con el comunicado de Relaciones Exteriores, será tratar sobre “la actual situación en Venezuela”.

Varias personas y organizaciones ciudadanas han hecho un llamado a los salvadoreños a que muestren su apoyo a un país que se encuentra en la miseria y en el hambre, en una situación deplorable de represión de la que nuestro gobierno se ha hecho el de la vista gorda.

La dictadura de Maduro prefiere atender el encuentro en nuestro país, más que dar la cara en la OEA. El mismo embajador de Venezuela ante ese organismo, Samuel Moncada, admitió que eligen la Celac porque no tiene mecanismo de sanciones.

“No hay disposición sancionatoria en la Celac. En la OEA amenazan con castigo, es punitivo; todo desaparece en la Celac, el que tenga mala intención no va a poder ejercerla, vamos a discutir francamente”, afirmó Moncada el 26 de abril.

El descaro es grande y peor será, no lo dudo, el de aquellos cómplices silenciosos que le darán un espaldarazo al régimen de Maduro.

Por otra parte, me alegra que haya gente en este país preocupada por tan difícil situación, hasta el punto de organizarse y mostrar públicamente su repudio por un sistema que ha llevado a toda una potencia económica al colapso total.

Y, sin embargo, este llamado a la manifestación no deja de serme un tanto espinoso. ¿Por qué hasta ahora buscamos unirnos y protestar por un país que no es el nuestro? No lo digo en tono de un fanático patriota. Ciertamente, una crisis humanitaria nos debe mover a la acción y a apoyar en la medida de nuestras posibilidades, pero, ¿acaso la situación de nuestro país no amerita que los salvadoreños salgan a las calles y digan de una vez por todas “¡Ya basta!”?

Asesinatos, robos, extorsiones, corrupción, falta de transparencia, pésimo manejo de los fondos públicos… la lista es interminable. Y si se trata de hablar de puntos en común con Venezuela, además de compartir gobiernos que sostienen sistemas probadamente fracasados, ambos países estamos en la categoría CCC, de las peores según Fitch, convirtiéndonos en uno de los más vulnerables de América Latina para caer en un impago total. ¿Qué más debemos esperar para reaccionar y actuar?

Hace algunos días, estuve con un amigo salvadoreño que vive en Panamá. Él es uno de los tantos jóvenes cuyo talento es mejor recibido y remunerado en el extranjero. Decepcionado, me decía que El Salvador es “una basura”. Yo le animaba a ser un poco más propositivo, aunque él tenía sus puntos para defender su afirmación.

“A la gente, a la gran masa salvadoreña, ya le da igual lo que pasa. Se han acostumbrado y dormido. He hablado con varios sobre el impago y nadie tiene idea de lo que es o significa… Mientras que en otros países hemos sido noticia y el hazmerreír”, me explicaba. En cualquier país decente, hace rato hubieran pedido cuentas a sus autoridades o, incluso, su renuncia.

Ojalá que esta manifestación sea el inicio de una “primavera” en la que la ciudadanía venza la comodidad y exija un cambio de rumbo en este país, sin fanatismos, ni banderas partidarias.

*Periodista. jaime. oriani@eldiariodehoy.com