Siempre se puede… Este artículo lo dedico con admiración a varias personas: dos que ya decidieron impulsar nuevos negocios, poniéndoles todo a la disposición y garantizándoles durante un tiempo prudencial lo necesario para cumplir con sus obligaciones familiares y pasar luego a ser socios que compartirán los beneficios… Otro, un joven diseñador colaborador que realizará las campañas en las redes sociales… Un tercero que durante la primera fase del negocio utilizará parte de sus ahorros y será el responsable de impulsar los negocios utilizando las posibilidades informáticas que nos ofrece la Nube…
Pero también lo dedico a un grupo de siete vendedores que se han comprometido a incrementar las ventas del producto que fabrica su empresa en un treinta por ciento en tres meses y lo van a conseguir utilizando la metodología que les estamos enseñando para profesionalizarlos como vendedores, pues aunque hacen bien su trabajo, ya descubrieron que lo pueden hacer mucho mejor, y lo que hace tres semanas parecía complicado, hoy, ya sentamos las bases para trabajando disciplinadamente y en “tres meses” incrementar sus ventas en “treinta por ciento”.
Pero en todos los casos, tanto para los socios, como para los que desarrollan proyectos en colaboración, o son actualmente distribuidores-vendedores, y pronto serán vendedores profesionales, el éxito no radica solo en “querer ser” y dejar que las cosas sucedan por la voluntad de Dios, pues precisamente Dios, como repetía frecuentemente mi madre, “Él le ayuda solo a quien se ayuda”, es decir, al que pone la parte de trabajo inteligente que tenemos que hacer aquí con los pies sobre la tierra… Además, el sabio Albert Einstein nos enseñó que no se pueden cambiar los resultados si se persiste haciendo lo mismo.
Levantarse más temprano, andar el kilómetro de más, dedicar tiempo a pensar, organizar el tiempo y el trabajo de forma lógica, planificar secuencialmente lo que se va a hacer, inspeccionar lo que sucede y corregir, controlar los costos y ser austero, establecer sistema sencillo de comunicación, confiar desconfiando, trabajar en equipo, tratar bien a la gente sin proteccionismos mal entendidos y otras muchas cosas son las que les llevarán al éxito…
Cualquier persona puede tener éxito y la frase tonta y conformista que advierte que “Unos nacen con estrella y otros estrellados”, es mentira… Si uno quiere, uno puede ser su propia estrella, pero hay que trabajar y aprovechar inteligentemente los recursos a la disposición…
El “listo sabiondo” que todo lo sabía antes y que cuando se tiene éxito dice, “yo te lo dije” y cuando algo va mal asegura “yo te lo advertí”, al final, ni crece profesionalmente y sin darse cuenta, frena las cosas al su alrededor, pero si cambia su forma de ver y entender el entorno, hasta puede ser un buen ejemplo. En proyectos de “cambio cultural” que hemos implantado hay muchos casos en que los protagonistas pasaron de “detractores” a “promotores” cambiando su visión de sabiondos pasivos, desinteresados y negativistas, a ser buenos ejemplos.
Pues en el camino de encontrar personas con ilusiones para “desarrollar negocios poniéndoles todo a la disposición” ya encontré tres, pero aun existen 12 oportunidades.
Esta es otra demostración de que si se quiere, se puede tener éxito, pero hay que trabajar… Y entre más inteligentemente se trabaja más rápido se obtiene el éxito.
*Columnista de El Diario de Hoy. pr@centrodecalidadyproductividad.com