Este octubre 2017, se conmemora el centenario de dos acontecimientos que cambiaron la historia. 1- La revolución bolchevique (comunista) y 2- La última aparición de la Virgen María en Fátima, Portugal. Ambos eventos muy ligados entre sí.
Pero Rusia guarda sepulcral silencio… Ciertamente no queda nada para solemnizar rememorando ese sistema fracasado en el mundo entero, ya enterrado en los países europeos que lo sufrieron.
La historia revela cómo dio comienzo la dictadura totalitaria bolchevique (comunista) mediante la revolución marxista-leninista, destacando a Marx, Lenin, Stalin, líderes promotores del establecimiento de tal doctrina, caracterizando a ésta como una de las más cruentas sanguinarias ideologías del mundo.
Explica cómo Lenin conquistó el poder expropiando los medios de producción en nombre de la clase obrera y creó un nuevo Estado con una economía estatizada bajo su dirección. Pero alcanzado el poder, rechazó tajantemente una democracia representativa, para instalar en vez una feroz dictadura totalitaria, llamada “del proletariado”, sobre obreros y campesinos que él había conquistado engañando con promesas populistas de un programa redentor. (Comparémonos).
Los anales ayudan a entender la presente desastrosa hecatombe del comunismo, aconteciendo que, lógicamente, al minarse las libertades individuales del hombre mediante tiranías totalitaristas, el ser humano se revela.
El terror, matanzas, emigración, hambruna, guerras, minaron la población Rusa (1916/1922) en 14 millones. Pero tan sangrienta etapa fue superada por Stalin que necesitaba liquidar también a los líderes comunistas históricos para hacerse del poder total. Nadie asesinó a tantos líderes históricos como Stalin: De 139 miembros del PCUS, 98 fueron ejecutados y de 1,966 delegados de ese congreso, 1,108 murieron en campos de concentración. Lenin fue el único que no murió asesinado.
Uno de los lemas leninistas que forma parte de los estatutos del comunismo es: “Cualquier medio es válido para imponer el nuevo orden, para crear al ‘hombre nuevo’”.
¡OJO, salvadoreños! Por ese “cualquier medio es válido”, este Gobierno comunista-efemelenista se declaró en Impago para apropiarse de tus pensiones y “hacerte un hombre nuevo”… muerto de hambre y SOMETIDO (ej: Venezuela-Cuba) porque se sabe que el Gobierno ¡sí tiene plata para pagarte!... pero para la campaña electoral.
Aún peor, recién ahora, —con su lema, “cualquier medio es válido”—, además de conseguirle asilo a Funes en Nicaragua, le dieron fuero diplomático a Sigfrido e igual, anteriormente, a J.L. Merino, los dos primeros investigados por presunto enriquecimiento ilícito, pero blindados con nombramientos de inmunidad (=impunidad), burlando y violentando la justicia. Alarmantemente, dos diputadas marxistas-efemelenistas, los defienden ferozmente.
Así, esos grupúsculos efemelenistas, saboreando las mieles del comunismo totalitario que los volverá omnipotentes (si los dejamos) e iluminados por su “faro de luz”, respaldan a los Castro-Chávez-Maduro seguidores de Lenin y sus regímenes totalitarios, avalando las atrocidades cometidas contra sus pueblos, como sucedió este lunes 17 en Venezuela: ocho asesinados, cientos heridos de bala, mil detenidos.
El abogado-escritor chileno, Mauricio Rojas, señaló en “Comunismo: Delirio vuelto infierno”: “Cuando el sueño nos desborda y creemos que el reino celestial puede realizarse en este mundo, terminamos construyendo infiernos terrenales”.
Indudablemente el centenario comunista ruso está entrelazado en fechas con el final de apariciones de la Virgen en Fátima (octubre/1917), quien en sus mensajes alertó a la humanidad de cómo Rusia esparciría sus errores por el mundo y cómo, “si el hombre no regresa sus pasos hacia su Hijo Jesús, sobrevendrá una gran catástrofe donde muchos países serán aniquilados”. Conociendo desde niña estos mensajes, puedo atestiguar su veracidad por cómo —a través de mi larga vida— se fueron concretando, especialmente los errores (horrores) de Rusia.
Pero, tristemente, ahora más que nunca, aún visualizándose la posible 3ª. Guerra Mundial, el ateísmo, la depravación, perversión, corrupción, degeneración sexual, criminalidad… son lo “mandatorio”.
Sin embargo, María también dejó un mensaje de esperanza para los creyentes: “Pero por fin mi Corazón Inmaculado vencerá”.
*Columnista de El Diario de Hoy.