Debido a que el TSE probablemente no cuente con fondos suficientes para celebrar elecciones al estilo habitual, ya que el Ministerio de Hacienda -después de darle mil vueltas al presupuesto- no encuentra la fórmula para entregarle al instituto electoral los montos que ha solicitado para el 2018, me permito sugerirles una novedosa forma para elegir a los diputados: podríamos hacer “intramuros” en la Asamblea Legislativa.
El día del partido, los del FMLN llegarían tempranito con 50 buses llenos de activistas de los 262 municipios. Eso sí, los intramuros se harían un domingo, porque si se hacen en día de semana, las oficinas de gobierno quedarían prácticamente vacías de tanto activista y correligionario que hay contratado y que, seguramente, sería convocado para que llegaran “voluntariamente” a participar del evento. El ambiente sería festivo, Doña Albita ya tendría organizadas a las guapas porristas del Andes 21 de Junio para apoyar a su equipo favorito. Una gran parte de los participantes en la barra del Frente provendría del interior del país. No es que tuvieran idea a lo que vendrían, pero ante el ofrecimiento de un paseo de choto a la capital más el respectivo pan con pollo, se animarían a dar el apoyo al equipo.
El equipo del Frente luciría pulcro con su uniforme rojo con la estrella blanca en el pecho. Sería interesante ver cómo jugarían los partidos. Todos atentos al entrenador que sería uno de sus líderes históricos. No habría chance para juego individual: si el entrenador indicara marcar a la derecha, todos marcarían por la derecha; si la indicación fuera correr por la izquierda, todos correrían por la izquierda. Todos saltarían al mismo tiempo, todos se barrerían al mismo tiempo. Más que un equipo de fútbol, parecería uno de ballet sincronizado, así de disciplinado sería el equipo.
Del lado de ARENA, la barra luciría algo vacía. Es que el partido sería al mediodía y los correligionarios y simpatizantes considerarían que “hacía mucho sol” y como ir a ver el partido implicaría algo de sacrificio, decidirían que era mejor verlo por la tele o postear cosas en Facebook “dando el apoyo” desde su casa. Mucha gente que habría prometido llegar, ese día, a última hora, decidiría mejor irse al mar y si fuera cosa de dar plata, se harían los mareados, “total –pensarían- a la hora de las horas, siempre habrá alguien que acabe ayudando”.
Daría gusto ver a los areneros: El uniforme diseñado por un modista local, mientras que los tacos serían de marcas reconocidas. Las señoras llegarían al partido debidamente maquilladas y saloneadas. ¡Una guapura! Eso sí, nada de minifalda para las porristas, nadie querría ofender al ala más conservadora del partido. Así que las simpáticas muchachas estarían echando porras debajo del sol, vestidas en traje de sastre.
Ya en la cancha, el problema del equipo sería que no se organizaba. Todos querrían ser delanteros. Nadie querría el puesto de portero por no ser suficientemente importante. Discutirían una hora para definir la alineación y no se pondrían de acuerdo a menos que los regañara el Coena. Aún así, de todos modos, ya en la cancha, todos jugarían a la delantera, por eso el Frente les metería gol tras gol, ya que a nadie le gustaría marcar. Todos los jugadores llegarían con la idea de jugar a ser el “capitán” y así ser al que le hacían los pases para meter el gol. La idea no sería tanto jugar bien, sino salir en la foto.
Los de GANA llegarían con su conocida camiseta anaranjada, pero por si las dudas también llevarían una roja, una tricolor y una azul y blanco. Es que nunca sabe cuál se va a necesitar al final de cuentas. Lo raro es que a cada rato se irían a la parte de atrás de la cancha a hablar con el árbitro. Solo Dios sabe qué platicarían. Total, desarrollando una enorme y repentina habilidad futbolística, lograrían empatar todos los partidos.
Los del PCN llevarían el equipo con mayor “experiencia”. No en balde algunos de ellos estuvieron involucrados en la aprobación de los créditos utilizados para la construcción de la presa “Cerrón Grande”. Por si las dudas, en vez de médico especialista en deportes llevarían a un geriatra, ninguna precaución es suficiente cuando se trata de atender posibles lesiones de sus vetustos líderes. El PDC sería el equipo más curioso: solo llevaría un titular, pero acompañado de 24 suplentes en la banca.
Lo único malo de los intramuros legislativos, es que no habría sorpresas, desde ya nos imaginamos los resultados de los partidos; eso sí, las cosas sí pueden cambiar si el entrenador del Frente viene de Cuba, Venezuela o Ecuador, porque a lo mejor programan los partidos de noche y con tanta falla el sistema eléctrico, cualquier cosa puede pasar.
*Abogado, Máster en Leyes. @MaxMojica