Se ha suscitado un problema y ciertas personas están criticando a la dirigencia de ARENA debido a la suspensión del Director de Comunicaciones de la Juventud Republicana Nacionalista (JRN). Esta suspensión ha provocado que otros jóvenes del mismo partido pongan su renuncia. Parecería que el nuevo Partido renovado está volviendo a prácticas del pasado. Pero hay que analizar el contexto. Una cosa es libertad de expresión y otra libertinaje. Es imperativo que todo Partido tenga reglamentos, normas, estatutos y disciplina para tener éxito. Hay una misión y una visión. No pueden venir personas ajenas, a título personal, a querer, en nombre de la democracia, proponer ideas distintas que contradicen la razón de ser del Partido, porque se creen muy modernos y muy liberales. Ellos (JRN) juraron y aceptaron defender el espíritu y los principios de ARENA. Y le fallaron al hablar cosas que no son aceptadas por el Partido.
El ARENA actual es un partido renovado, con conciencia social, donde se ha respetado la democracia, donde se ha apoyado al individuo, donde hay inclusión para todos aquellos que aman su país y quieren rescatarlo del abismo hacia donde nos encaminamos. Ya no hay elecciones de dedo. Hay discusión, hay intercambio de ideas, hay respeto y tolerancia para nuevas propuestas, pero respetando y siendo fiel al espíritu y los valores con los que se fundó ARENA.
Yo, en lo personal, felicito al Coena por sus decisiones, porque uno tiene que ser consecuente con lo que predica, con los principios que enaltecen al hombre, con los valores, con sus creencias religiosas. Jamás apoyaría el aborto, porque es un crimen contra los más indefensos, creo en la familia, en el matrimonio como Dios lo instituyó, creo en la libertad y el derecho de expresión. No estoy en contra de otras tendencias. Es un mundo libre y cada quien escoge su destino. Yo lo respeto. Pero yo no tengo por qué aceptarlo. Es mi derecho. Lo que no se vale es no ser coherente con nuestra forma de pensar. Hoy en día hay muchos jóvenes confundidos, descarriados, ateos, carentes de valores, apoyando ideas progresistas que riñen con nuestra religión, con nuestra ética, con nuestra moral. Aunque no es la generalidad, gracias a Dios.
Pero ese tema ahora no es importante. Lo que nos interesa a los salvadoreños es cómo mejoramos la educación, cómo resolvemos el problema de la salud, cómo creamos más empleos, cómo podemos mejorar la vida de los salvadoreños, cómo podemos evitar que más compatriotas sigan emigrando a los Estados Unidos por falta de oportunidades en su tierra y por la delincuencia. Esto es lo que realmente nos debe preocupar a los salvadoreños. Cómo subsanar estos problemas. Buscar soluciones.
En la Asamblea Legislativa ciertos Partidos han aprobado iniciativas equivocadas, apoyando al Gobierno, a sabiendas que perjudican al pueblo, a quien se deben. Un ejemplo es la aprobación desfinanciada del Presupuesto General de la Nación y otro ejemplo es referente a las pensiones de los trabajadores. En el último caso después de aprobar una ley pertinente, al ver el clamor del pueblo y el costo político, muchos se retractaron. Gracias a Dios, ARENA se ha mantenido firme, con carácter, demostrando que es un partido con valores y no va a ceder en sus principios. Esto se llama integridad.
*Colaborador de El Diario de Hoy