La Fiscalía necesita advertir la analogía del coronel Aníbal Smith

Los tiempos procesales y la meticulosa articulación de casos sólidos puede trabajar a favor de quienes buscan oportunidades para sembrar dudas sobre el trabajo de la Fiscalía. Mantener el apoyo ciudadano es crucial en la lucha contra la corrupción.

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28 March 2017

Durante los ochenta, la reventazón de cohetes en antelación a la media noche de los veinticinco de diciembre y los primeros de enero, era muy diferente a lo que se ha vivido en las mismas fechas de años recientes. Ahora ya no es común experimentar el caos sensorial provocado por la intermitente cadena de explosiones y chiflidos de morteros y silbadores, que progresivamente se tomaba los momentos de relativo silencio a medida avanzaba la noche. Muchos aborrecían esta costumbre, pero yo, siendo un niño, la esperaba todo el año.

Ahora, por supuesto, reconozco los peligros asociados con reventar cohetes. El tiempo me convirtió en un experto. Una historia que frecuentemente cuenta uno de mis mejores amigos, me sirve como recordatorio permanente. En una de esas fechas, no recuerdo cuál, mi amigo buscaba morteros sin reventar en medio de las montañas de papel de diario que se formaban en San Salvador después de la media noche. Para esa hora, con seguridad la reserva de cohetes de todos los vecinos de la cuadra se había agotado, pero los que habíamos pasado la noche acabándonosla, no estábamos listos para aceptar que se había terminado y, en un intento por alargar la diversión, era común armar expediciones con amigos para salir a buscar morteros y silbadores sin detonar en medio de la basura que dejaban las explosiones.

Esa noche de diciembre, mi amigo fue uno de los afortunados que encontró un mortero sin reventar. Utilizando la pericia de cualquier menor de edad de la época, lo examinó y decidió que era seguro agarrarlo. Por lo tanto, lo tomó, lo colocó entre su dedos índice y pulgar, lo puso entre sus dientes simulando que era un habano y empezó a hacer su mejor imitación del coronel Aníbal Smith, personaje principal de la popular serie ochentera que pasaban los domingos en la noche: “Los Magníficos”. Las miradas de todos los integrantes de la expedición miraban atentamente a mi amigo, riéndose de las ocurrentes frases del show que decía con el mortero entre sus dientes, cuando repentinamente ¡Boom! La mecha del mortero probablemente reavivó con las bocanadas fingidas de mi amigo y finalmente estalló. Por suerte, la imitación del coronel Smith solo le costó la cicatriz que le quedó en la mejía en donde le dio los puntos el doctor para cerrarle el hoyo que dejó la explosión. Ahora la disfraza como camanance y frecuentemente ocupa para contar esta historia.

Los cohetes sin reventar, los que se encontraban entre la basura después de pasadas las doce, eran generalmente los que habían salido “soplados”. Una de las cosas menos gratificantes en esas noches de festejos, era tener un silbador prendido en la mano esperando a que empezara a chiflar para lanzarlo y que su mecha se consumiera sin que iniciase el silbido o, peor aún, que reventara entre los dedos en lugar de chiflar.

Muchos de los críticos del trabajo de la Fiscalía han empezado a ocupar ambos casos como analogías para describirlo. Son pocos los que hasta el momento opinan que es posible que, en medio de la euforia de la celebración de los casos iniciados por la Fiscalía, El Salvador se tope con un cohete defectuoso que le reviente en la mano o salga “soplado”.

Es comprensible que exista impaciencia para que los casos judicializados den resultados definitivos y que se judicialicen otros que la ciudadanía espera con ansiedad. Los tiempos procesales y la meticulosa articulación de casos sólidos puede trabajar a favor de quienes buscan oportunidades para sembrar dudas sobre el trabajo de la Fiscalía. Mantener el apoyo ciudadano es crucial en la lucha contra la corrupción y, por lo tanto, es necesario advertir esta vulnerabilidad aprovechada por los que están interesados en esparcir desconfianza sobre el actuar de la Fiscalía.

*Criminólogo @cponce_sv