Hernández Valiente: “Desde ese momento, el FMLN juró estar comprometido con la Constitución”

Para el exministro de Justicia, la reforma permitió que el FMLN aceptara la Constitución.

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Por Guillermo Miranda Cuestas

13 December 2017

 

¿Cuál era el propósito central de la reforma de 1991 para el gobierno?

Básicamente, se buscaba un texto constitucional que fuera aceptable para el FMLN pero que estuviera en el marco de los grandes principios y valores de nuestra Constitución. Tratamos de acercarnos a lo que el FMLN quería pero sin llegar a cambiar el sistema constitucional, que es lo que pretendía un proyecto que había sido circulado y presentado por el FMLN en una reunión en Punta Arenas. La reforma nos permitió que el FMLN aceptara la Constitución. Desde ese momento, el FMLN juró estar comprometido con la Constitución.

Esto tiene mucha relevancia ahora porque tenemos evidencias del apartamiento que quiere haber de parte del FMLN político -no el FMLN tradicional y guerrillero- y de su secretario Medardo González quien quiere, por ejemplo, apropiarse de los bienes de producción en El Salvador, nacionalizarlos y hacer que se pierda el principio de propiedad privada.

¿Cuál es el valor histórica de esta reforma?

Fue la primera reforma constitucional en la vida institucional del país que se hizo conforme los padrones rigoristas de modificación de la Constitución: la proponen más de diez, la acuerda la Asamblea Legislativa y en la siguiente legislatura se aprueba. Por primera vez, esta reforma estuvo en el marco de la Constitución. Antes de esto habían habido golpes de Estado, seudoreformas, búsqueda de continuidad en la presidencia, etc. En esa ocasión creamos la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, tuvimos que quitarle la seguridad pública a la Fuerza Armada, cambiamos el sistema electoral, cambiamos el sistema de elección de magistrados para democratizarlo.

¿Hubo en su opinión una mejora sustancial en la elección de magistrados?

Bueno, ahora estamos criticando el sistema porque en la práctica creemos que se puede mejorar, 26 años después. Sin embargo, sí hubo un sustancial cambio porque se trató de democratizar la elección de magistrados al de darle participación institucional al gremio de abogados a través de sus asociaciones.

Esto fue un paso adelante, lo que pasa es que acá hay que reconocer que la Constitución, al igual que todas las constituciones parecidas a la nuestra, son documentos incompletos, inacabados. La Constitución no puede ser reglamentaria; dio las bases y dijo “la legislación secundaria regulará esta materia. Esto significa que teníamos que espacio a la práctica política, a la práctica gremial, para que se desarrollara en el tiempo la idea fundamental de dar espacios de participación en la mejor forma posible.

Después de más de dos décadas de esa práctica, ¿qué lección destaca de cara a la próxima elección de magistrados?

Ahora estamos tratando de mejorar el sistema de elección y el hecho que se busque, 26 años después, la idoneidad es un gran paso adelante que viene a minimizar las posibilidades de un “cuotismo” político-partidario, que es lo que se vino dando desde los noventas. Si todos o la mayoría de candidatos a magistrados de Corte son idóneos, no importa que pacten cuotas.

¿Ve áreas de mejoras en los otros temas, como el sistema electoral o la protección de los derechos humanos?

Falta hacer un análisis , como el que se está haciendo respecto a la elección de magistrados, en los otros temas para ver qué desarrollo tuvieron y qué se puede mejorar en términos de legislación y de práctica política. Creo que es momento de reflexionar sobre este proceso de reforma para mejorarlo.