Sobre la educación sexual

Si la madre da amor y ternura, aprenden el privilegio de ser mujer. Si el padre es responsable, admiran la figura paterna. Pero si el hombre golpea a su mujer y ella aguanta, los hijos perciben el derecho del macho y el sometimiento de la hembra.

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25 March 2017

Los argumentos más frecuentes a favor de la despenalización del aborto parten de que somos una sociedad retrógrada, abrumada por prejuicios religiosos, y como la Iglesia prohíbe la educación sexual, la ignorancia sobre el tema es la causa de embarazos precoces, abortos clandestinos y muerte materna. Totalmente falso.

Muchos de estos argumentos son estereotipos usados a nivel mundial, que al repetirse cobran validez, aunque carecen de fundamentos científicos, pues quienes los esgrimen, o responden a intereses económicos que mueven la industria del aborto y anticonceptivos, o jamás han analizado los criterios a favor de la vida.

Valdría preguntar a quienes acusan a la Iglesia Católica de prohibir la educación sexual de los hijos, si saben que el Concilio Vaticano II, en su documento sobre familia y educación insiste: “Los niños y adolescentes deben recibir una positiva y prudente educación sexual”.

Que es falso que el creciente número de adolescentes embarazadas se debe a su ignorancia sobre su sexualidad, pues por las condiciones de pobreza en que vive gran parte de nuestra población, las familias carecen de una vivienda digna y viven en promiscuidad. En una misma habitación, y hasta en la misma cama, la madre y el padre, o el padrastro, tienen relaciones sexuales de las que son testigos sus hijos desde la más tierna edad.

No es de extrañar que abunden los casos en que el padrastro o el mismo padre abuse de sus hijas, y que ellas lo acepten. Es el macho ejerciendo su derecho de abusar de estas criaturas indefensas, para quienes el delito del incesto no existe. Y si han tenido la suerte de salvarse de estas agresiones, luego en las escuelas se les explica que la manera de tener sexo seguro, para evitar embarazos, es el preservativo o los anticonceptivos. Cheque en blanco que las llevará a la promiscuidad, y a abandonar tempranamente sus estudios.

Cada ser humano tiene derecho a recibir una educación sexual que le permita el conocimiento y la expresión sana, responsable, equitativa y gratificante de su sexualidad. Que es un hecho que las personas, desde que nacen, están aprendiendo acerca de la sexualidad en TV, revistas, cine, periódicos, comentarios y chistes. Pero también con el ejemplo de lo que perciben en su hogar, porque de la madurez sexual de los padres depende la adecuada educación sexual de sus hijos.

Si la madre da amor y ternura, aprenden el privilegio de ser mujer. Si el padre es responsable, admiran la figura paterna. Pero si el hombre golpea a su mujer y ella aguanta, los hijos perciben el derecho del macho, y el sometimiento de la hembra. (Ver http://drjmgonzalez.com). Un padre o madre con varias parejas enseñan infidelidad, de manera que el lecho matrimonial, que por el sacramento del matrimonio es un altar, se convierte en un catre de mancebía.

Porque una educación que se enfoca únicamente en lo genital es inútil y nada formativa, si no va acompañada de una educación de la voluntad. Que el sexo debe usarse, no cuando se quiere, sino cuando se debe, de manera consciente y responsable. El aumento de embarazos adolescentes debe ser un toque de atención para que las autoridades del Minsal comprendan que esto es el resultado de políticas equivocadas. Que hay que empezar por una firme educación de la voluntad en los jóvenes, para convencerles de que estudiar y prepararse es su primera obligación, para poder salir de la pobreza, y que saber decir que no a tiempo es el principio para una vida mejor. Recordemos la exitosa campaña de Nancy Reagan: SAY NO.

*Columnista de El Diario de Hoy.