Serias amenazas

En nuestra historia reciente nunca habíamos escuchado a un Presidente amenazar a otras instituciones del Estado, precisamente a la Sala de lo Constitucional, que ha sido durante estos años la defensora de la institucionalidad.

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Por Elizabeth Castro

02 December 2017

A veinticinco años de los Acuerdos de Paz, y diez años del FMLN gobernando, suenan tambores de guerra que no podemos dejar de oír porque son verdaderas amenazas. Medardo González, en un campamento guerrillero con la juventud de Cinquera, aseguró que el país debe seguir el rumbo de Venezuela y Cuba y que los medios de producción deben pasar a manos del pueblo.

Alerta, salvadoreños, especialmente los jóvenes que no ven con terror lo que eso significa, pero que los mayores ya experimentamos. Se nacionalizaron los bancos, que de ser de los más sólidos de la región, los nuevos administradores, incapaces y corruptos, los quebraron en muy pocos años.

Los medios de producción pasaron a manos del pueblo mediante la creación de cooperativas, incapaces de manejar grandes empresas, que por años habían sido fuentes de empleo para miles de trabajadores. La burocracia, la incapacidad de los nuevos dirigentes y su falta de visión fueron más que suficientes para convertir las pujantes industrias en verdaderas ruinas.

Grandes haciendas que por generaciones habían pertenecido a antiguas familias, cuyas tierras producían espléndidas cosechas de café, algodón, cítricos y todo lo que el generoso suelo, trabajado con técnicas modernas podía dar, pronto se convirtieron en desiertos, donde hoy se ve la tierra calcinada e improductiva. Un triste ejemplo es la Hacienda La Carrera, antes considerada una de las mejores de Centroamérica.

La ganadería no corrió mejor suerte. Sementales traídos del extranjero para mejorar los hatos fueron sacrificados por sus nuevos dueños para convertirlos en barbacoa. Y en el delirio de la borrachera se dieron a asesinar vacas y demás ganado productivo.

Pero el socialismo y el ejemplo de Cuba y Venezuela tienen un denominador común: engañar al pueblo, sembrando el odio de clases, responsabilizando al sector empresarial de todos los males del pueblo y de la pobreza que ellos mismos están propiciando. En nuestra historia reciente nunca habíamos escuchado a un Presidente amenazar a otras instituciones del Estado, precisamente a la Sala de lo Constitucional, que ha sido durante estos años la defensora de la institucionalidad y el Estado de Derecho contra las amenazas de quienes juraron defenderla y hoy dicen tenerla en la mira.

Se están apoderando de todas las instituciones del Estado para manipularlas a su conveniencia. La reciente elección de Sánchez Trejo y de Cantalicio Carmona Cándido, como directores propietario y suplente de la SIGET, sería motivo de vergüenza en cualquier país civilizado, aunque el FMLN la considere legal.

Sesenta organizaciones creadas y aprobadas en tiempo récord, con nombres tan absurdos como del marañón, del cacao, de hortalizas, de gallos, algunas formadas por únicamente tres miembros, los cuales se repiten en muchas de ellas, fueron quienes eligieron a los representantes del sector privado.

El Dr. Sánchez Trejo, en lugar de renunciar, afirma tener una constancia de que no tiene ningún interés en el sector eléctrico y de telecomunicaciones, que él ha andado en otras temáticas y que aprenderá en el camino, que está apto para el cargo por ser un hombre del sector público. ¿Y pretende representar al sector privado? Su experiencia profesional demuestra su falta de idoneidad para desempeñar un cargo tan delicado. El diputado Rolando Mata avala el nombramiento, calificando a las sesenta organizaciones como representativas del sector privado, aunque no pueda presentar la trayectoria empresarial de ninguna de ellas.

No podemos llamarnos a engaño. Como el FMLN teme perder la próxima elección, ya está manipulando para lograr mantenerse en el poder por medio del fraude. La transparencia en las próximas elecciones está bastante cuestionada. HAY QUE SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO.

*Columnista de El Diario de Hoy.