Don Medardo González no se aguantó y se destapó exponiendo todas las intenciones de su partido de expropiar y apoderarse de todas las empresas y medios de producción salvadoreños, “pasándolas a manos del pueblo”.
“Pasar propiedades y empresas a manos del pueblo” es la misma desvergonzada cantaleta y repugnantemente mentira que los comunistas endosan al conglomerado ingenuo y que aquí, en nuestro país, es oferta que puede comprobarse fácilmente como estafadora gran farsa, al jamás haber entregado ellos su propia empresa Alba Petróleos, ni a un pinche gato trabajador, sino que se han servido de Alba para hacerse millonarios. Como ejemplo rumorean a José Luis Merino, al frente de ésta.
Salvadoreños, convénzanse también cuáles empresas venezolanas o cubanas están en manos del pueblo. Ninguna. Averigüen si acaso no es verdad que todo derecho a la propiedad privada desaparece en los estados totalitarios, pasando todos “a manos del Estado y gobernantes” como vemos en Cuba con los Castro y pacotilla, y en Venezuela con Maduro y pacotilla, todos archimillonarios versus una ciudadanía entera sumida en la pobreza, trabajando con miserables sueldos de $20, al mes, aún los profesionales, para mantenerse sirviendo a tales líderes comunistas millonarios.
Agregó don Medardo en su discurso que “El Salvador debe seguir el rumbo de Venezuela y Cuba” y que “ser del FMLN no es simplemente decir ser de izquierda sino que es regir su vida bajo los principios marxistas”. Paradójicamente, Karl Marx (su inspiración) se pasó la vida sin trabajar, pidiendo dinero prestado para no devolverlo jamás (como Funes). Fue el arquetipo elevado al cubo de lo que él denunciaba: vago, caradura, irascible, egoísta y desalmado que vivió literalmente a costa de los que le rodearon durante su vida. Jamás se bañaba y hasta la edad adulta vivió de sus padres. Luego le salvó tener amistad con el ricacho Engels, al que sangró durante cuarenta años. Engels le estuvo dando dinero para que se dedicase a escribir libros y finalmente le hizo beneficiario de una asignación vitalicia.
¡Por Dios, salvadoreños simpatizantes de ese nefasto partido, la ideología marxista es intrínsecamente perversa! Los efemelenistas, cuyos líderes —mayoritariamente— tampoco jamás han trabajado al fin ahora se destaparon como marxistas-SigloXXI y esperan que ustedes, aún así, les darán los votos para volver nuestra Patria otra Venezuela, donde no puede ocultarse ni el hambre ni la miseria desgarradora de su gente, mientras Maduro y su gente viven en la opulencia.
El diputado de GANA, Mario Tenorio, declaró que la nacionalización (o sea la expropiación de propiedades empresariales —pequeñas y grandes empresas— (habitacionales: tu casa; agrícolas: tu parcela, todo lo que sea tuyo), daría lugar a que este Estado se vuelva un Estado totalitario. Lo malo es que GANA, cuando se trata de ser rémora del tiburón efemelenista, se alimente de éste y les da los votos para cualquier barbaridad.
Pero a lo más descarado que ha llegado este gobierno es a pretender ¡YA! apropiarse de los medios de comunicación en las frecuencias de radios y TV y similares, tomándose la Siget (que es la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones), para lo que fraudulentamente, suplantando al sector privado, crearon 60 nuevas gremiales —todas al mismo tiempo y sin nada que ver con telecomunicaciones— en período récord de nada menos que cinco días, cuando toma al menos tres años legalizar una. Así nombraron como director de la Siget, oscura y fraudulentamente, al abogado Sánchez Trejo, a quien por su “maquiavelada”, tres asociaciones de abogados que forman Fedaes quieren quitarlo como presidente de ésta.
Tus libertades y derechos —como ahora tu Derecho de Expresión— están amenazados con el FMLN. Debemos sacarlo del poder y tú, con tu voto, puedes hacerlo.
*Columnista de El Diario de Hoy