Tuve el privilegio de nacer mujer, y desde alcanzar uso de razón, orgullosa y feliz por serlo. Verdadera mujer es la que elogia su feminidad, su sensibilidad femenina, su atracción hacia el sexo opuesto (y no al mismo), al amor que nace por el hombre con quien desea formar una familia, a casarse con él, a engendrar sus hijos.
Tuve la dicha de procrear con mi esposo siete mujeres, gloriosas también de serlo, de no querer ser hombres, de amar la maternidad que tanta guerra le hacen mundialmente gentes majaderas emponzoñadas llamándonos estereotipadas, en abierta conflagración contra mujer-madre-esposa, por ser lo reconocido como ¡verdaderas mujeres!
Esta batalla es liderada ya aquí, habiéndolo expuesto así el Ministro de Educación a directores y docentes de instituciones educativas, según noticia, prohibiéndoles felicitar a las mujeres por ser maternales, tiernas, amorosas, o “lindas” (dotes inherentes a la feminidad). Entiendo yo que para él, debemos ser estereotipadas como machotas, hombrunas, rudas, masculinas, caras de bruja… no cuidos, no ternura ni besos para un hijo herido, sufriente, no amor para enjugar sus lágrimas ante ello, ante alguna vez su corazoncito roto; no ternura u orgullo maternal por sus logros. Debemos olvidar que somos madres y mujeres, alcanzando así la perversa igualdad de género pretendida. Envenenar mentalmente a hembras y varones desde parvularia fue la línea, hoy practicada aquí, que dejó Antonio Gramsci –fundador del comunismo en Italia–para edificar el comunismo-marxista. Debía empezarse desde la cuna –decía– infiltrando las escuelas, universidades, la Iglesia, formando en aberraciones sexuales a los niños y así eventualmente, al sumir sus vidas en los diferentes vicios nacidos del sexo desenfrenado, dominarlos por la decadencia mental alcanzada. La juventud así des-formada será fácil presa a someter para establecer el marxismo en los pueblos.
Tristemente, –como lo que llamaría yo gran triunfo izquierdista–, la juventud de la derecha está siendo manipulada e inclinándose peligrosamente hacia ese despeñadero. Lo acabamos de ver con la juventud de ARENA de la que un minúsculo grupo decidió abandonar sus filas, porque (pienso) pretendían introducir cambios a los estatutos que tienen que ver con la ley natural y los principios allí establecidos. Pero, ignorante de dichos estatutos areneros, por no ser de ese partido y para conocer de qué trataba el bonche juvenil, decidí indagar qué realmente dicen tales estatutos.
Su basamento es asombrosamente moral, expresando: El bastión primordial que DEBE regir la conducta de los nacionalistas está formado por tres elementos: “Dios (no pueden ser ateos)-Patria-Libertad”.
Por extenso extraeré solo algunos párrafos de sus principios legales como informe necesario, porque intuyo –(ojo)– que posiblemente, oscuros personajes izquierdistas ambicionan tomarse ese partido utilizando la juventud (per-se belicosa/revolucionaria hasta que alcanza –generalmente– el buen uso de la razón) y conducirlo a la “revolución progresista” Gramsci-Marxista.
Estatutos areneros extractados: –“Defender nuestras tradiciones occidentales ante el ataque ideológico y agresión permanente del comunismo internacional”.
–“Se reconoce a la familia (lógicamente: hombre/mujer/hijos) como el núcleo FUNDAMENTAL de la sociedad”.
–…“Dichos logros redundarán en el beneficio de LA FAMILIA y la sociedad…”.
–“Se reconoce la igualdad de los hombres ante Dios, en el derecho a la vida”, (objeta el criminal aborto).
–“La unidad nacional se mantendrá con el surgimiento del nacionalismo, el cual estimulará y protegerá los VALORES MORALES, cívicos e intelectuales de todos los ciudadanos, logrando el bienestar y desarrollo ESPIRITUAL, cultural y material de la juventud y la niñez…”. ¡Más claro no se puede!
Cambiar la Ley Natural por la doctrina relativista de “Género”, sumado al feroz combate contra la madre y la familia, es la perfecta forma de embrutecer al individuo y dominarlo.
¡Alerta mujeres verdaderas, orgullosas de ser madres/tiernas/amorosas/dulces/lindas!
*Columnista de El Diario de Hoy.