Todo quedará para el Óscar Quiteño. FAS sacó el negocio en el estadio Barraza, al saber aguantar y terminar empatando contra Águila, a quien no le alcanzó la propuesta ofensiva, con la que mantuvieron constante ataque sobre la meta tigrilla. Pero carecieron de puntería.
Ahora, con este resultado, los migueleños están obligados a ganar en Santa Ana, por cualquier diferencia de goles. Mientras a los tigrillos, por haber finalizado en la cuarta posición, les alcanza con el empate para estar en semifinales.
Águila quería sacarle provecho a la localía. Los jugadores mostraban mucha actitud, mientras los aficionados llegaron en un buen número, fácilmente duplicaron a los asistentes de los últimos partidos, pero no fue el número que se esperaba para un clásico nacional, en una fase importante del torneo.
Sin embargo, mucho colorido en el estadio Barraza, donde también se tuvo un ambiente fresco, no el acostumbrado calor de la zona, que favoreció mucho a los visitantes. Una brisa agradable, con un cielo nublado, del que se pensó que abría lluvia. Pero después apareció el sol. Sin modificar mucho la temperatura.
En el partido, los migueleños quisieron imponer sus condiciones. Pocos cambios con el once que salió en la goleada contra Alianza, los aguiluchos, con un 4-4-1-1, basaron su juego en la idea creativa de Edwin Sánchez y Víctor García, más el impulso que dio Santos Ortiz, por la banda derecha. Adelante, en solitario, el paraguayo Javier Lezcano. En FAS, estos fueron un poco conservadores, poblando la media cancha, con jugadores de marca quienes trataron de cortar la idea del rival desde ese sector. El ataque lo manejó William Maldonado y lo que se desmarcaron fueron Guillermo Stradella y Allan Murialdo, más adelantado.
El primer tiempo fue bastante enredado, de mucha pierna fuerte. Habían más tarjetas de amonestación, que oportunidades claras a gol. Estas últimas, generadas por los migueleños, primero con un cabezazo de Fredy Espinoza (15’), luego un remate de Edwin Sánchez (23’), estos dos deviados; luego un tiro de Ramos, que no pudo rematar Rodríguez, que terminó en las manos de Coloca (27’), quien llamó en varias ocasiones la atención a sus compañeros.
Las conversaciones un poco exaltadas fueron constantes entre los tigrillos, al no encontrar salida. Estos no habían tenido ningún acercamiento con peligro. La dinámica del partido fue bajando, mientras FAS fue poniendo su ritmo de juego, que era defenderse y contragolpear. Parecía que estaban muy de acuerdo con el empate el conjunto santaneco. Los cuerpos técnicos pasaron más tiempo sentados, que parados al borde del área técnica, como siempre lo saben hacer: en el primero Pedrozo y en el segundo, Álvarez.
FAS estaba jugando a la desesperación de Águila, que fue creciendo con el correr del tiempo. La misma afición local se fue contagiando y exigió a su equipo, cuando llegó el término de la primera parte.
Cerrados
Sin embargo, en el segundo tiempo no hubo modificaciones de parte de los dos entrenadores. Se mantuvo el mismo once, así como también la tónica del partido, con los emplumados teniendo mejor propuesta ofensiva. Siendo estos, quienes inquietaron en los primeros instantes del complemento, con dos aproximaciones: una con un remate al que no le dio potencia Edwin Sánchez (47’) y después con un tiro desviado de Lezcano (50’).
Pero FAS también se animó en ir hacia el frente, pero no tenia claridad en sus llegadas. Murialdo era absorvido por los defensores emplumados, quienes estaban muy aplicados en la marca y los relevos. Stradella, bastante atrasado, para apoyarlo adelante.
Águila se volvió a aproximar con peligrosidad, cuando se reencontraron García y Sánchez, quien habilitaron al recién ingresado David Rugamas, quien se iba en profundidad hacia la meta de FAS, pero en el camino se encontró con Coloca, con quien chocó y por lo que exigieron penal (65’).
El árbitro central Jaime Carpio se mostró seguro para no considerar como falta la acción del portero argentino, por lo que solo decretó saque de puerta, mientras los jugadores migueleños intentaron cambiar la decisión del central. Los emplumados se mantuvieron acechando. Pero terminaron perdiendo a Javier Lezcano, por doble amarilla, después de que este mantuviera una pelea con Raúl Renderos, quien lo desesperó y con el castigaron con la doble amarilla.
Pero el emapte ya estaba escrito, FAS supo aguantar, conformandose con el empate, con el que mantienen la ventaja deportiva para ir al Óscar Quiteño a sentenciar, por lo menos, con otro empate.