Para la enorme mayoría de los medios izquierdistas, Donald Trump se ha convertido casi en el enemigo público #1 en el mundo. Le han atacado durísimo. Para ellos, Trump es un belicista, peligroso para la democracia, para la paz mundial.
No pretendo defender públicamente a Trump porque no lo necesita, pero si de algo vale, le aconsejaría más prudencia en sus políticas hacia México y países iberoamericanos.
No obstante llama la atención que esa inmensa mayoría de medios callen, -por ejemplo-, el que Trump ha PROHIBIDO financiar fuera de EE. UU. el aborto con dinero americano. El que el vicepresidente asistiera, después de 36 años, a la multitudinaria marcha pro vida de millones de personas, declarándose ambos, defensores de la vida.
Es decir que hay un proceso en gran escala de desinformar, por lo cual una persona es presentada prácticamente como un asesino, mientras que los que hacían verdaderas fechorías son presentados como grandes héroes y benefactores de la humanidad, cuando, por el aborto hoy mueren -(¡ojo!)- muchísimas más personas por causa NO natural, que por todo el resto de los motivos, incluidos guerras y terrorismo. Sin embargo, Trump que va contra el genocidio del aborto, es un peligro mundial, un belicista, y Obama, que favoreció todo lo que pudo la matanza del aborto, recibió el premio Nobel de la paz. Trump es terrible por querer finalizar la construcción del muro limítrofe con México. Pero fueron los Clinton los que iniciaron el muro. Pero ellos son perfectos, a ellos nadie los criticó. Ellos son de izquierdas y pueden hacer lo que quieran. Los otros son siempre los malos. (¿Y qué hay de comentarios del muro construido por México en la frontera con Guatemala? ¿Por qué está encubierto?).
Evidentemente Trump va a ir a favor de la vida, contra el aborto e ideología de género, por eso probablemente también lo llamarán criminal y perseguidor de la libertad por adversar los “derechos” gays. Pero la realidad que vemos es que los favorecedores de la ideología de género cuando llegan al poder, se comportan como verdaderos dictadores porque reprimen, persiguen, amenazan, a aquellos que piensan diferente.
Reclaman la libertad hasta que consiguen el poder. En Valencia, España, ahora que llegó al poder la izquierda con su defensa de la ideología de género, ¡obligan! y amenazan con que si no se enseña esta ideología, cerrarán las escuelas. ¿Dónde está la libertad? Hemos llegado a un punto donde el que persigue la libertad es el tolerante, el que tira piedras es el tolerante, el que amenaza es el tolerante, y el que recibe las pedradas es el culpable, es el enemigo de la libertad. ¡Absurdo! No es de extrañar entonces que Trump bajo estas condiciones critique a los medios.
¡Vivimos desde hace décadas en una auténtica dictadura de los medios izquierdistas de comunicación! Este lavado del cerebro colectivo, donde la inmensa mayoría de la gente ya no piensa por sí misma, la verdad ha dejado de existir y a nadie le importa. Lo que importa NO es la verdad, SINO la verdad publicitada. El que recibe las piedras es el enemigo de la libertad y el que tira las piedras es el amigo de la democracia.
Expongo ahora la letra chiquita para este artículo, considerándolo medicina indicada para curar tanta mente quebrantada:
Si hubiera comenzado escribiendo que éste era un pronunciamiento extractado del sacerdote P. Santiago Martin, español, la enorme mayoría de descerebrados contra la verdad de Dios, contra los normales valores acostumbrados, no lo leerían.
Pero me congratulo de hacérselos llegar:
“Si Trump defendiera la familia, la vida, los derechos de los padres de educar a sus hijos, y si limpiara la ciénaga pestilente en que se han convertido muchos de los medios mundiales de comunicación, haría un gran bien a la humanidad”.
*Columnista de El Diario de Hoy.