Egipto deslumbrante y sus esfuerzos por democratizarse

A lo largo de estos últimos cien años y después del derrocamiento de la monarquía mucha agua ha corrido en el Nilo, desde que tomó el poder un radical, Nasser, hasta el régimen de Al Sisi.

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Por Mirna Navarrete

27 November 2017

La masacre en Egipto intenta detener la creciente democratización de ese país, no tanto en el sentido electoral, dados los fanatismos de la población, pero sí en lo esencial de un Estado democrático: la vigencia de un orden de Derecho, de libertades fundamentales, de tolerancia y apertura al mundo.

A lo largo de estos últimos cien años y después del derrocamiento de la monarquía —el último rey, Faruk, tomó residencia en Roma, donde era una figura que se respetaba, medio farandulero y visto cotidianamente en su Rolls Royce verde —, mucha agua ha corrido en el Nilo, desde que tomó el poder un radical, Nasser, hasta el régimen de Al Sisi, que siguió al magnífico líder Sadat (asesinado por extremistas), al “faraón” Mubarak que continúa preso, a los “Hermanos Musulmanes”, una secta de enloquecidos...

La historia de Egipto es fascinante y cubre varios milenios; cuando Ptolomeo, uno de los generales de Alejandro, se asentó en el trono hace dos mil trescientos años había transcurrido más tiempo desde la primera dinastía egipcia, la de Menes, que lo que nos separa a nosotros de Ptolomeo.

De esa estirpe griega la figura que ha cautivado a la humanidad es Cleopatra, la de los amores con César, con quien procreó a Cesarión, y con su mejor general, Antonio, inmortalizado en uno de los dramas de Shakespeare. La mujer de Antonio mandó a decapitar a Cicerón, uno de los pensadores más ilustres del género humano...

Tuvimos la fortuna de conocer Egipto cuando era un país en paz, sin los ataques a los turistas y extranjeros como los de los últimos años.

El Cairo es una enorme metrópolis con algunos importantes monumentos, el Museo Egipcio, que atesora lo mejor de su milenaria cultura, con una de las primeras mezquitas construidas en el mundo, la de Ibn Toulun, largas y hermosas avenidas, simpáticos hoteles.

Al otro lado del Nilo se encuentra uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes del mundo, las pirámides de Giza, la Esfinge— la primera y colosal “instalación” de la historia, todo parte de un hermosísimo conjunto de jardines, fuentes, árboles, de lo que no queda nada, solo arena.

Y arena hasta llegar a la presa de Ashwan, pasando por la primera pirámide construida, la pirámide escalonada de Sakara.

Pirámides, esfinges, Ptolomeos, Karnak, Luxor, Valle de Reyes y Tutankamon

Después de un largo viaje Nilo arriba se llega a Luxor, Karnak, el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas. Los grandes templos son vastos espacios divididos por filas de columnas ramatadas por enormes capiteles inspirados en la flor abierta o cerrada de los papitos que crecen en los bordes del Nilo y del cual más tarde se elaboró papel, que dio lugar a libros y a todo lo que es papel en el mundo contemporáneo, desde los diarios hasta el papel todo uso.

Un joven estudiante de universidad alemana no puede darse el lujo de alquilar un devencijado taxi para hacer el recorrido, por lo que toma un burro con beduino que sirve de conductor y de guía en su balbuceante inglés.

Logramos bajar hasta la tumba de Tutankamon, donde se conserva su cuerpo cubierto, con la última máscara de oro sólido, pues el rostro del Faraón niño tenia varias máscaras, todas de oro. Hoy en día nadie puede bajar a la tumba; se visita un modelo.