Falaz es el argumento gubernamental de que el pago de pensiones (del sistema antiguo porque el dinero del nuevo está en la cuenta individual de cada cotizante), es lo que tiene las finanzas del país en punto crítico. Así lo demuestra la presentación de Manuel Enrique Hinds, publicada ayer en Expansión, tanto en su edición impresa como en línea. Y deja clara la recopilación de data de este brillante economista, que es el indiscriminado pago de subsidios desde la presidencia Saca, aumentado por los dos gobiernos del FMLN más la empleomanía de la que hacen gala, lo que ha venido llevando a punto crítico nuestras finanzas públicas.
¿Es todavía tiempo de buscar acuerdo fiscal por el bien del país?
Por supuesto que sí, algo que también se desprende de la presentación de Hinds, pero para ello el oficialismo debe dejar de utilizar el diálogo como lo ha venido haciendo en estos casi ocho años al frente del Ejecutivo: como un medio táctico. Primero fue a través de los “Consejos”, económico y social; de seguridad pública; educación y un largo etcétera, que convertidos en teatro sólo abonaban hacia la consolidación del proyecto totalitario. Porque hay que recordar que tres años antes de llegar al Ejecutivo personeros efemelenistas declaraban que “su modelo” era Venezuela. Por fortuna, por su errónea concepción y la caída de los precios de los commodities, el “Socialismo del Siglo XXI” fracasó estrepitosamente.
Mi posición personal es que hablando se entiende la gente y que en la medida de lo posible se debe intentar dejar siempre abiertos canales de comunicación, pero también es obvio que se debe exigir seriedad y que se cumpla lo que vaya acordándose por insignificante que a más de alguno le pueda parecer. La confianza, tan importante para fomentar la inversión y para estimular el crecimiento económico, se construye, jamás llegará por decreto. Interlocución seria, con visión de país, es lo que requerimos en El Salvador pero para ello habrá que dejar a un lado los cuentos chinos y la táctica del buen policía y el mal policía en el debate público. La Magdalena desde hace rato que no está para tafetanes.
Bienvenida a este respecto la presencia de nuestro recordado D. Benito Andion, excelente embajador de México cuando fungió acá como jefe de la misión diplomática tricolor. También las misiones de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Esperamos que su presencia coadyuve a romper el impasse existente y a comprender a todos los interlocutores lo que mayoritariamente expresamos los salvadoreños en las encuestas: que el país va mal, que la gente sufre la falta de empleo, la inseguridad ciudadana, la escasez de medicinas en los hospitales, las escuelas en deprimente estado. Mucho hay que hacer por nuestro país pero así como Roma no se construyó en un día, centrémonos en las finanzas públicas y la lucha por la transparencia.
Con dos procesos electorales en dos años, ojalá entendiera el proyecto político en el gobierno que el mundo cambia, que no habrá ya petrodólares para financiar revoluciones y que para acceder a las fuentes tradicionales de financiamiento deben cumplirse normas de entendimiento básico entre los ciudadanos de un mismo país. Y como no hay almuerzo gratis, lo mínimo que pueden hacer es desechar argumentarios como que las pensiones causan la estrechez fiscal y cumplir con lo que se comprometen. La situación es delicada pero, como dice la presentación de Hinds, tiene solución --por momentos parecemos ahogarnos en un vaso de agua, argumenta--.
Para muchos, es obvio, “la solución” es ganar las elecciones de 2018 y 2019.
No es a la solución electoral a la que he intentado referirme, ya habrá tiempo para ello, pero a la búsqueda de entendimientos básicos de país que gane quien gane los procesos electorales que se avecinan, si hay sinceridad entre los diversos actores, eviten que continúe el acelerado deterioro de las condiciones de país. Por el bien de la gente más sencilla, ojalá fuera así.
*Director Editorial
de El Diario de Hoy.