Lastimosamente en nuestro país y en el mundo nos hemos vuelto muy discriminativos en varios aspectos, no solo en sexo, raza, edad, DISCAPACIDAD, nivel socio económico. Hoy hasta incluso discriminamos si vemos a un joven en silla de ruedas.
Considero que para que El Salvador y el mundo sean más inclusivos e igualitario primero se comienza en la familia y la sociedad, segundo en los sistemas de SALUD Y EDUCACIÓN, tercero en el ámbito laboral y en toda la vida.
¿Cómo hacemos la inclusión de personas con discapacidad en la familia y la sociedad? Promoviendo la cultura de vida y no aborto, dando al niño la estimulación temprana, no dejando al hijo con discapacidad en casa para que no de pena, velando por todos sus derechos de salud, educación, vida, alimentación, recreación, vestuario, entre muchos derechos más; no sobreprotegerlo, respetando las decisiones buenas y malas que él tome, dando todo el apoyo que necesite, tratarlo igual que a sus hermanos y cualquier persona en la sociedad.
Recuerden que andar en silla de ruedas, con muletas, con un pie o una mano enyesada, tener problemas para hablar o hacer una actividad no es sinónimo de tener el cerebro malo o sin capacidad de análisis; también hay que recordar que somos seres de emociones y razón; si discriminamos es una emoción negativa que le estamos dando al joven con discapacidad y, como cualquier emoción, puede generar un daño o un beneficio en la otra persona.
¿Cómo se logra la inclusión en el sistema educativo de personas con discapacidades?
Primero, capacitando a los directores y maestros en materia de inclusión, adecuaciones curriculares, métodos de enseñanza, entre otros temas en centros educativos públicos, privados y universidades.
Segundo, realizar una reforma al sistema de educación para que los centros sean accesibles arquitectónicamente y exigir que no se discrimine a ningún estudiante ni por tener discapacidad ni por andar en silla de ruedas.
Tercero exigir que los maestros hagan con sus estudiantes actividades inclusivas; fomentar en la materia de moral y cívica o de valores el tema de INCLUSIÓN, dándole la oportunidad a los niños y jóvenes con discapacidad de aprender, haciendo todas las adecuaciones curriculares necesarias sin regalarle la nota, entre muchas cosas más que se pueden hacer pro inclusión.
¿Cómo se favorece la inclusión en el sistema de salud? Primero, no ponerle como excusa a los padres que está esperando al niño que como viene con daño o discapacidad es mejor abortarlo; segundo, eliminar todas las barreras arquitectónicas y actitudinales que existen en nuestro querido sistema de salud público y privado; tercero, capacitar a todo el personal que trabaja tanto en el Ministerio de Salud, en servicios a los pacientes y a los que trabajan en el seguro social en materia de VIDA, INCLUSIÓN, NO DISCRIMINACIÓN, VER TAMBIÉN LA CAPACIDAD COGNITIVA DE LOS PACIENTES Y NO SOLO LA APARIENCIA FÍSICA.
Como podemos ver, en El Salvador y en el mundo no se ha logrado aún la verdadera inclusión para vivir en paz, armonía, empatía, unidad; la inclusión comienza en la familia y la educación porque si en ambos sectores de la vida hay discriminación ¿cómo la vamos a lograr en la sociedad?
* Colaborador
de El Diario de Hoy.