La amistad: virtud y sentimiento

Aristóteles afirmaba que la amistad inicial debe ser la que tenemos con respecto a nosotros mismos y que toda amistad con otros debe evaluarse en la perspectiva que no interfiera con la amistad con uno mismo.

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17 February 2017

La definición de amistad como relación afectiva de carácter bilateral y duradero en el tiempo es la forma más sencilla de expresar esa interrelación especial, no obstante deberíamos agregar que puede surgir en diferentes momentos de nuestra existencia y en cualquier etapa del desarrollo humano, desde la infancia hasta la ancianidad y no es extraño que dure toda la vida. Sin duda que esta relación requiere de la reciprocidad como característica principal para que la amistad pueda considerarse duradera.

Fueron precisamente los griegos con su término «philia» los que introdujeron el concepto de amistad como virtud, tan apreciada como la justicia, pues un amigo no haría nada que pudiera dañar la relación. En este sentido Aristóteles afirmaba que la amistad inicial debe ser la que tenemos con respecto a nosotros mismos y que toda amistad con otros debe evaluarse en la perspectiva que no interfiera con la amistad con uno mismo. En una clara referencia que la amistad como virtud no debe obstaculizar los principios éticos y morales de los que comparten esta relación. Este filosofo además hacía la semejanza que en este sentido la amistad es como el amor, no se puede amar a otros si no nos amamos a nosotros mismos. Destacando que no se puede otorgar lo que no se posee.

Los romanos tomaron el concepto de los griegos y extendieron el significado de amistad cimentándolo a la camaradería militar, en donde los amigos solían tener metas comunes y tenía como carácter necesario la fidelidad y la sinceridad. Viendo al amigo como “el otro igual a uno mismo”. En donde un amigo podía ofrendar la vida para preservar la vida del otro y de acá surgió el término “amicus animae” o “amigo del alma”, expresión que desafortunadamente ha perdido su contexto en la actualidad.

En la modernidad la amistad pasa de ser una virtud a convertirse en un sentimiento que nace entre aquellos que mantienen contacto y que se refuerza cada día con la confianza mutua. Fue precisamente Immanuel Kant, filosofo alemán del siglo XVIII, quien establece que hay al menos tres motivos por los cuales las personas buscan amistad: 

1.- Por “conveniencia”: Es la amistad basada en la necesidad y como tal identificada como la más débil de todas las relaciones, pues no se funda en la sinceridad. 

2.- La “estética”: Aquella que surge por el gusto o placer de la compañía mutua.

3.- La “moral”: como la forma de amistad más sublime, pues combina el sentimiento con la integridad. Es en donde la confianza, sinceridad y cordialidad se presentan en forma constante y no busca dañar a los participantes ni a la relación. 

Bajo la premisa que la amistad crece pronto entre aquellos con los que tenemos contacto, no debería extrañarnos que esta relación se inicie precisamente en el hogar, en donde la familia establecerá el ambiente ideal para cultivarla. Es el lugar en donde los padres son además amigos de sus hijos y se fomenta la amistad entre los hermanos y primos, siendo estos últimos los primeros amigos fuera de la familia nuclear.
Solamente así podríamos decir que nos preparamos para que la amistad sea tanto sentimiento como virtud.
    
*Médico y colaborador de El Diario de Hoy.