Las mujeres no necesitamos cuotas

La incorporación de la mujer a la vida política no sería ni por méritos, ni capacidad académica, ni cualidades morales, dignas de competir con el varón, sino por las dichosas cuotas, siendo su único mérito el ser mujer.

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25 February 2017

El Grupo Parlamentario de Mujeres de la Asamblea Legislativa ha presentado una propuesta para otorgar cuotas a las mujeres, lo que significa que, por ley, debe haber un número determinado de espacios en la política reservados al sexo bello. Así, si el diputado propietario es hombre, su suplente será mujer, y viceversa, logrando en la Asamblea una obligatoria representación porcentual de mujeres. ¿Mejoraría con esto el trabajo legislativo?

Esta propuesta, hecha con muy buena intención para que el sexo débil participe en todos los ámbitos, lejos de ser un apoyo, es una humillación, ya que la incorporación de la mujer a la vida política de la nación, no sería ni por méritos, ni capacidad académica, ni cualidades morales, dignas de competir con el varón, sino por las dichosas cuotas, siendo su único mérito el ser mujer.

Es imperativo apoyar a la mujer, especialmente a las que pertenecen a los sectores más vulnerables de la población, y que son víctimas del machismo y de la violencia familiar y que aguantan sin rebelarse, como una herencia maldita, basada en la supuesta superioridad del varón y en la condición femenina de inferioridad.

La única manera de erradicar esa lacra es a través de la educación, sacándolas primero del analfabetismo, enseñándoles un oficio, motivándolas a continuar estudios de secundaria, y las que tengan la capacidad, ingresar a la universidad. Entonces, ante una mujer preparada y segura de sí misma, capaz de percibir un sueldo que le permita salir adelante, disminuiría la cantidad de machos envalentonados para golpear y hasta matar a quien consideran su inferior, porque depende económicamente de ellos.

Para que el país progrese, los cargos públicos deben ser desempeñados por personas con adecuada formación académica, probada experiencia profesional y una reconocida trayectoria ética. La dramática situación actual y el pésimo manejo de la cosa pública se deben a que los nombramientos no responden a estas exigencias, sino a premiar a los militantes del FMLN, porque “cualquier cuadro puede desempeñarse en el lugar en que lo destine el partido”, sin importar su ignorancia ni su interés por el bienestar del pueblo. 

Lo demuestran las declaraciones del señor Lorenzana sobre la propuesta a la reforma de pensiones del ICP: “Vamos a profundizar en la propuesta del sector privado. Pero a nosotros lo que nos interesa es el ángulo fiscal”. Les interesa cubrir el enorme déficit fiscal con los fondos de los trabajadores, y no el beneficio de estos, sin considerar el esfuerzo y las consultas realizadas por tantas organizaciones, para presentar una reforma que mejore el actual sistema.

Otro ejemplo es la vergonzosa publicación del Goes felicitándose por haber colocado $600 millones en bonos, orgullosos de haber tenido varias instituciones interesadas, sin importarles que la calificación de bonos basura que el país ostenta, permitía a los compradores exigir la altísima tasa del 8.625 %, por la que pagaremos $51 millones anuales en intereses, durante 12 años. 

La exigencia de cuotas para estimular la participación de la mujer en política no logra empoderarla ni elevar su dignidad, al contrario. Tristes ejemplos tenemos en las dos administraciones del FMLN con el pobre desempeño de mujeres en el Minsal, en el Minec, en la presidencia y las curules de la Asamblea y otras instancias, como para aplaudir la propuesta, de que la participación de las mujeres en política sea a través de cuotas. Tal vez sería mejor exigir que hubiera cuotas que regularan la participación masculina en cargos públicos basadas en méritos que garantizaran un mejor desempeño para bien del país.

*Columnista de El Diario de Hoy.