La falta de un acuerdo en el Contrato Colectivo de Trabajo de los empleados del Ministerio de Gobernación, mantiene a la institución en crisis ya que los empleados no están prestando valiosos servicios a la ciudadanía como, por ejemplo, entrega de encomiendas, impresión del Diario Oficial, atención de accidentes de tránsito por parte del Cuerpo de Bomberos y trámites para la legalización de Organizaciones No Gubernamentales, entre otros.
Todas esas labores lo hacen los empleados de la Imprenta Nacional, el Cuerpo de Bomberos, Correos de El Salvador y los empleados administrativos de Gobernación, cuyos sindicatos están exigiendo mejores prestaciones para más de dos mil personas.
El Contrato Colectivo se revisa cada tres años, entre el ministro, Aristides Valencia, y los representantes de esos cuatro gremios; sin embargo, en esos tres años no llegaron a ningún acuerdo y la problemática fue trasladada al Tribunal del Servicio Civil, en donde tampoco llegaron a entenderse.
Ayer, tanto sindicatos como el ministro fueron citados por el Tribunal del Servicio Civil y, al no llegar a un acuerdo, será un panel de árbitros (uno que representará a los empleados, otro al ministro y uno más nombrado por el Tribunal) los que decidirán cuáles serán los beneficios que los empleados tendrán en el Contrato Colectivo, por los próximos tres años.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Gobernación (Sitramig), Edwin Solórzano, dijo que pidieron al ministro que se les mejorará el aguinaldo, bono de fin de año, canasta básica y otros, similar a lo que reciben trabajadores de otros ministerios de gobierno como Hacienda y Economía.
“Nosotros lo que le estábamos pidiendo $1.75 (de incremento al salario) diarios ($52.50 al mes) y él (el ministro) solo nos está ofreciendo $0.27 diarios, lo que es inadmisible para los trabajadores”, dijo Solórzano.
Lo otro que están exigiendo dentro de las cláusulas laborales es mejor equipo para desarrollar su trabajo como nuevas motobombas y maquinaria en la Imprenta Nacional.
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El aguinaldo también los mantiene enfrentados con el ministro. Actualmente es de $177 y estaban pidiendo un incremento de $50.
Sobre el bono, tienen derecho a uno de $200, pero los empleados quieren que se les retribuya a uno de $400 al año, “para equipararnos a los que tienen los empleados de otros ministerios”, insistió.
Si Gobernación hubiese dado el beneficio que los sindicatos solicitaron, estaría erogando un millón 200 mil dólares que es dinero del que disponen, dijeron sindicalistas.
La secretaria general del Sindicato de Empleados Públicos de la Imprenta Nacional (Sepin), Emilia de Paz, dijo que el ministro, Aristides Valencia, “no tiene el interés ni la voluntad para resolver la problemática, como sindicatos le hemos pedido lo mínimo básico”, aseguró.
De Paz señaló que el Ministerio de Gobernación posee los recursos económicos suficientes para entregarle los beneficios, ya que Fondos Especiales ingresan al año 19 millones de dólares, más el presupuestos de 22 millones hacen un total de 41 millones de dólares para que les den lo que demandan los empleados.
Para la sindicalista “es una barbaridad” que habiendo fondos de presupuesto no se les dé los beneficios económicos que exigen.
Amílcar Meléndez, secretario general del Sindicato del Cuerpo de Bomberos, también lamentó la posición que ha adoptado el ministro de Gobernación y, contrario a incrementarles el bono, aguinaldo, financiamiento para lentes y otros, está contratando personal con sueldos de hasta dos mil dólares.
Según denunció el secretario general de Sitramig, en Gobernación han contratado a un exdiputado y luego independiente de quien dijo tiene un sueldo de $1,500 “y pasa sentado sin hacer nada”.
Los representantes de los cuatro gremios lamentaron que se les nieguen los beneficios en el Contrato Colectivo porque las autoridades del ministerio “ya comenzaron hacer campaña electoral y andan comprando lámina y madera para regalar en las comunidades”.
Hoy solo esperan que los árbitros que decidirán sobre el Contrato Colectivo de Trabajo no vaya a fallar a favor de la patronal, es decir, del ministro de Gobernación.