Un amigo querido y estimado con abundante sobrepeso me envió una imagen de San Nicasio con la siguiente oración: ¡San Nicasio, San Nicasio, bájame la barriga sin ir al gimnasio! Busqué en internet por qué la petición de bajar la barriga a San Nicasio y deduje que es solo porque rima, Nicasio con Gimnasio…
Pero mi respuesta inmediata y cordial a mi amigo tiene más que ver con la lógica física y matemática que con San Nicasio… Le respondí: “mejor solo come la mitad y bajarás la mitad de tu barriga sin ir al gimnasio” y con el ahorro en comida, compra un nuevo vestuario de tallas más pequeñas y regala las que tienes para no caer en tentación de recuperar tu barriga…
Tenía otros asuntos para este domingo pero lo de San Nicasio me vino bien por la reciente noticia referente al creciente “sobrepeso” en los niños salvadoreños… Y tienen razón, pero no solo en los niños, también en los adolescentes, jóvenes veinteañeros, adultos e incluso gente mayor de los 50…
Para saber la relación entra la masa corporal y la masa muscular existe el índice IMC, que relaciona la altura con el peso. Es el indicador más sencillo y en internet puede encontrar calculadoras, a las que si le indica su altura en centímetros y su peso en kilogramos, le calcula si su peso está por debajo de lo saludable, si es normal, si tiene sobrepeso o si ya en entró en el área de la obesidad, distinguiendo entre, obesidad tipo I, tipo II, tipo III y la máxima tipo IV con un IMC de 50.
La obesidad se puede controlar solo si de verdad, y con vehemencia, se quiere y por algún motivo se prioriza, que bien puede ser la salud, porque se necesita tener una mejor apariencia para algo que se desea conseguir o bien porque alguien condiciona bajar de peso…
Me acabo de pesar y medir y estoy feliz, porque mi IMC, la relación masa corporal-masa muscular es normal y ojalá, la suya también.. Si su IMC está por debajo de 18.5 tiene que subir su peso hasta normalizarlo, si el resultado es más de 25, ya está pasando del sobrepeso a la obesidad y si además tiene más de 30 años, mejor y preventivamente empiece a focalizarse en reducir su sobrepeso.
Al final, todos debemos preocuparnos por un buen funcionamiento y mantenimiento de nuestros sistemas, circulatorio, digestivo, nervioso, linfático y de la misma forma, que en las industrias con las máquinas y los equipos, lo mejor es el mantenimiento preventivo, realizando los chequeos correspondientes a tiempo y no esperar hasta que la avería sea grave y las máquinas, como se dice aquí, “truenen”. También en nuestro caso debemos cuidar la salud preventivamente para evitar que nuestros sistemas “truenen”...
Hace años, en Poliña del Júcar, un pequeño pueblo valenciano, visité a un médico homeópata de quien aprendí el principio que: “Todas las enfermedades entran y se curan por la boca”… Es decir, que sabiendo planificar la alimentación y siendo disciplinado, uno puede mantenerse sano y no es necesario ni comida gourmet, ni tampoco cara…
Entonces, lo de San Nicasio solo es una rima... ¡Si de verdad no le gusta su barriga y la quiere bajar a la mitad, solo coma la mitad!
*Columnista de El Diario de Hoy.
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