Esta semana participé en un interesante foro sobre la cobertura noticiosa en tiempos de la guerra y la firma de la paz, obviamente haciendo referencia a la situación actual; en el conversatorio también participaron el insigne fotoperiodista Francisco Campos y el comunicador Ricardo Rivas.
Sin duda alguna, los protagonistas del evento fueron varias decenas de jóvenes universitarios quienes no solamente expusieron sus experiencias de cómo interpretan la paz, sino que hubo un intenso debate que dio vida a esta actividad organizada por El Diario de Hoy como parte de los veinte y cinco años de la firma del Acuerdo de Paz.
En este contexto quiero compartir con ustedes unas reflexiones en torno a las similitudes y las diferencias de hacer información noticiosa durante el conflicto bélico y la actualidad.
De tajo hay que decirlo, la diferencia, y esto es uno de los resultados de los acuerdos que dieron fin al conflicto bélico, es que la violencia política, el asesinato por diferencias ideológicas o políticas quedó en el pasado. Chico Campos recordaba que durante el conflicto armado al menos una treintena de periodistas dejaron su vida, no por fallecimiento natural, sino porque fueron asesinados por ser comunicadores y en el mejor de los casos cayeron abatidos por el fuego cruzado.
En el pasado, ser acusado de “colaborar” con algunos de los bandos era motivo para ser asesinado; dada la polarización que había, era simple y sencillo ser acusado de colaborador por cualquiera de los bandos… dar una noticia de una masacre era interpretado de colaborar con la guerrilla, informar sobre los secuestros de la guerrilla era ser gobiernista.
Sin embargo, desde la firma de los Acuerdos de Paz que dieron fin al conflicto, cesó no solo el asesinato de periodistas sino de opositores. Siempre hay excepciones y nunca faltan aquellos bárbaros que siguen pensando que acabando con el mensajero se acaba con el mensaje, tal como lo entiende el crimen organizado y el narcotráfico; pero esto es otra cosa.
Sin embargo, en la actualidad sigue siendo difícil, como lo era antes, hacer información, y esto tiene que ver con una realidad: la polarización política ideológica que prevalece en la realidad salvadoreña. Antes los exponentes de esta realidad eran el Gobierno y el Ejército, por un lado, y por otro la izquierda y la guerrilla.
Ambos bandos se creían con la fuerza para creer que su visión era la única verdad y que los periodistas tenían que reflejar esa única versión; todavía más, se presionaba de una y otra manera para que se escondieran los bombardeos o las matanzas de uno u otro bando, la información no circulaba con transparencia, además que lo sesgado de las fuentes era evidente. Se creía que la única fuente debería ser o el Coprefa, la agencia de prensa del ejército, o Radio Venceremos, la voz oficial del FMLN.
Lo mismo ocurre hoy con los partidos políticos principales, se creen con la verdad para presionar a la prensa y a los periodistas para demandar su “verdad” como la única forma de ver la realidad de los hechos; los efemelenistas que en el pasado demandaban “equilibrio y espacio” ahora en el poder no son ejemplo para ofrecer esto, lo mismo podemos decir de ARENA ahora en la oposición, fue poco transparente cuando estuvo en el poder.
Igual que ayer, con las deficiencias del caso en la actualidad, sin duda alguna la labor de la prensa, por lo menos la profesional, tiene por horizonte hacer información que trata de reconstruir los hechos, basada en fuentes precisas tratando de poner el mayor número de voces y versiones que expliquen de mejor manera los hechos.
En este punto, hay una diferencia y una coincidencia en el pasado con el presente y es que los medios son diferentes, tan diferentes como que era inimaginable poseer un celular para comunicarse y transmitir fotos al mundo a través de las redes sociales y el internet, ahora esto es normal. Antes había que hacer pirueta y media para revelar o transmitir un texto o una foto… ahora es cuestión de segundos.
Lo que sí sigue siendo igual es que, no obstante los cambios de la plataforma de comunicación, lo importante, la clave, lo fundamental, lo esencial es hacer información completa, equilibrada que muestre de mejor forma los hechos, tratando de poner las diversas fuentes y versiones de los hechos para que se informe de mejor manera el lector, las audiencias y sean estas las que juzguen.
Información de calidad, profesional, con el aparato técnico de soporte y con una visión ética es fundamental tanto ayer como hoy.
*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
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