La Mesa Fiscal

Es válido que existan mesas de negociación política. Pero que estas sustituyan a la Asamblea Legislativa no solo es una falta de respeto a los diputados y al pueblo que estos representan, es también una violación constitucional.

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15 January 2017

La Mesa Fiscal está integrada por representantes del Órgano Ejecutivo, y de los partidos FMLN y ARENA. Ellos se encerraron en una habitación por tres días y, finalmente, el 10 de noviembre pasado el Presidente de la República, el Secretario General del FMLN, el Secretario Técnico y de Planificación, el presidente de ARENA, y el diputado jefe de fracción de ese partido firmaron el Acuerdo Marco para la Sostenibilidad Fiscal, Desarrollo Económico y Fortalecimiento de la Liquidez al Gobierno de El Salvador.

El principal acuerdo adoptado por esos señores fue la “autorización de un primer tramo de emisión y colación de títulos valores (bonos) por un monto de $550 millones”.

La firma de ese acuerdo se hizo a las 4:00 p.m. A las 4:27 p.m. iniciaba la sesión plenaria de la Asamblea Legislativa, y a las 11:03 p.m. de ese mismo día esta aprobó el decreto legislativo 534, mediante el que se autorizó la emisión de títulos valores por hasta $550 millones.
Al margen de si era conveniente o no la aprobación de más deuda, y por esa cantidad, es probable que algo haya fallado.

Representantes del Órgano Ejecutivo y de los partidos ARENA y FMLN se encerraron en una habitación de Casa Presidencial y negociaron algo (no sabemos bien qué). Luego firmaron los resultados de su acuerdo, y en cuestión de horas en esa misma tarde y noche se improvisó una sesión parlamentaria y se aprobaron los acuerdos alcanzados, no en la Asamblea Legislativa, sino allá, en la Mesa Fiscal.

Tanto la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto de la Asamblea Legislativa como el pleno del parlamento fueron simplemente pasapapeles que aprobaron lo que otros negociaron.

La misma comisión parlamentaria no se ruborizó en aceptarlo. En el dictamen que esa noche emitió improvisadamente expresó: “La Comisión deja constancia, que un acuerdo como el presente solo puede ser fruto del proceso de diálogo y negociación; por lo cual, las comisiones negociadoras del Gobierno de la República de El Salvador, y los partidos FMLN y ARENA, en consulta con los partidos políticos GANA, PDC y PCN llegaron al acuerdo que tiene como propósito construir una agenda que asegure la sostenibilidad fiscal y un crecimiento y desarrollo económico y social inclusivo con estabilidad (…) Congruente con lo anterior, la Comisión luego de efectuar el estudio y análisis correspondiente, estima que la iniciativa es procedente”.

No es un tema menor. Los ciudadanos eligieron a los diputados para que les representaran no solo en la aprobación de deuda pública, sino en la discusión sobre la misma.

La deliberación parlamentaria es un requisito constitucional para la aprobación de decretos legislativos; y ese día se delegó esa parte esencial del proceso de formación de ley a unos individuos sin representación para ello. La asamblea simplemente aprobó lo que fuera de ella unos sujetos sin investidura parlamentaria negociaron en secreto.

Es válido que existan mesas de negociación política. Pero que estas sustituyan a la Asamblea Legislativa no solo es una falta de respeto a los diputados y al pueblo que estos representan, es también una violación constitucional.

Si lo acuerdos que surgen de esas mesas de negociación política necesitan de una aprobación parlamentaria, lo correcto es que estos pasen a la Asamblea para que ahí los diputados lo ocupen como un objeto de análisis y deliberación real. Son muchas las mesas que se construyen en esta carpintería política, y la Mesa Fiscal sigue rondando en el bolsillo de los contribuyentes; por ello es oportuno advertir que repetir lo ocurrido el 10 de noviembre pasado sería burlar nuevamente a la democracia representativa y la Constitución.
    
*Colaborador de El Diario de Hoy.
dolmedo@espinolaw.com