La fuerza ausente de la democracia

La cuestión de género y los derechos de las mujeres no han sido prioridad ni entonces, a inicio del período post-guerra, ni ahora. Las mujeres hemos sido víctimas de todas las incapacidades políticas, sociales, ideológicas y económicas.

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16 January 2017

Un cuarto de siglo de paz y democracia: ¿Y las mujeres qué?

Las mujeres y su papel en la sociedad son fundamentales. Eso está asumido en los discursos de nuestros funcionarios, en los marcos normativos y en el diseño de muchas políticas, cuya limitada aplicación (o ausencia de ella) no ha logrado hasta ahora generar una transformación radical en la manera en que las mujeres nos insertamos en la política, la economía y la sociedad en general, ni tampoco en la manera en que deberíamos ser percibidas como ciudadanos de pleno derecho, y de igual potencial que el hombre.

La guerra no solo nos arrebató a miles de mujeres y destrozó familias, sino que nos ha dejado una dolorosa huella que ha marcado la forma en que nuestra sociedad ha evolucionado. Han pasado 25 años desde el cese de esa guerra fratricida y aún no hemos resuelto la desigualdad de género, que continúa victimizando a la mujer: con la violencia; la trata; la informalidad y precariedad laboral; la pobreza y la exclusión social; y la violencia institucional y política. No digamos la poca o inexistente participación que tiene la mujer en la vida política la falta de su voz en programas de opinión pública o en foros económicos.

La cuestión de género no es una cuestión de cumplimiento de objetivos y metas, es más bien de la capacidad de la sociedad de apostar por los fundamentos de la democracia, a una oportunidad para un nuevo contrato social, en donde se asegure que el papel de la mujer en todos los ámbitos del desarrollo se dé en igualdad de condiciones que el del hombre.

La cuestión de género y los derechos de las mujeres no han sido prioridad ni entonces, a inicio del período post-guerra, ni ahora. Las mujeres hemos sido víctimas de todas las incapacidades políticas, sociales, ideológicas y económicas de El Salvador. Pareciera que estamos “contaminados” por las prácticas machistas y su defecto: perspectivas y soluciones planteadas desde la “testosterona”. Hay ejemplos de sobra; es suficiente ver las confrontaciones recientes y las conformaciones de las mesas de diálogo, en donde además pareciera que las cuestiones del país son exclusividad de los hombres.

Este es el momento, como dije en mi artículo anterior, de las mujeres, los jóvenes, y aquellos que no han visto hasta ahora mejorar su calidad de vida. Para ello, se requiere mayor protagonismo, aceptando nuestra responsabilidad como ciudadanos, hombres y mujeres que somos, como dijo el Presidente Obama en su último discurso, “ansiosos y celosos guardianes de nuestra democracia”.

En mi artículo de Americas Quarterly “Centroamérica no mejorará mientras los temas de las mujeres no sean una prioridad” (20 de abril, 2016) destaco algunos de los avances en los marcos legales (en temas como el de la violencia contra las mujeres), pero también mucho rezago en temas laborales (altas tasas de informalidad y falta de protección formal). Pero, sobre todo, señalo la complacencia (o la impotencia) porque “hemos tenido que aceptar a regañadientes un camino lento hacia la igualdad de género”.

Me parece que la etapa que se inicia con la Conmemoración de los Acuerdos de Paz de 1992, nos brinda una oportunidad para que tomemos conciencia y acción desde nuestros ámbitos, tanto decisorios o de influencia, política y ciudadana, para dar este paso trascendental en donde la igualdad entre géneros no sea una cuestión de disenso sino más bien una fuerza y un impulso que nos permita abrir el camino hacia una sociedad en donde sus ciudadanos jueguen un rol central en la construcción de la democracia y Estado de Derecho. Si seguimos considerando a más de la mitad de nuestra población como ciudadanos de ‘segunda clase’, si vemos a la mujer como menos necesaria para la construcción de nuestro futuro común, fracasaremos.
 


* Columnista de El Diario de Hoy.
 @cavalosb