Gustavo Guerreño, delantero paraguayo de Alianza vive uno de sus mejore momentos desde que llegó a El Salvador. Pasó por las filas de Pasaquina y después desembarcó en los albos, con los que ya lleva 12 goles y le apunta a convertirse en el máximo artillero del torneo
Pero su estancia no ha sido del todo placentera en los paquidermos. Si bien ha respondido con goles a su titularidad, dice que la relación con el cuerpo técnico no es muy amena, aparte de que al inicio del torneo estuvo a punto de ser separado.
Por un momento la pasó mal, pero se esmeró en la pretemporada: “Ahí ya era un tema del técnico, creo que querían traer a otro jugador y a mí no me avisaron nada. Con los otros extranjeros que estábamos siempre especulamos que eso iba a pasar. Yo ya sabía que iban a traer a otro extranjero, pero ellos no me decían nada”. Sin embargo, tenía una oferta del fútbol turco pero no se concretó al final.
“Sinceramente sí te digo que me puso mal pensar que no iría a la pretemporada, que me iban a separar del equipo, que me iban a poner a entrenar con la reserva”, agregó el ariete paraguayo.
Sincerado con su actualidad en el equipo, también mencionó que con Jorge Rodríguez, técnico del barco capitalino, no hay lazos de amistad.
“Nunca hubo una buena relación, con el Zarco nunca hablamos, nunca tuve un cruce de palabras con él ni nada. Ahora la relación sigue igual, solo trabajo en el entreno, pero relación no hay, digamos (que) amistad no hay nada”, señaló el delantero.
Pero con quien sí ha tenido una buena relación el guaraní es con las redes rivales, ya que tiene 12 goles todavía con cuatro fechas por disputarse y le apunta a terminar líder, aunque ahora tiene la sombra de Armando Polo.
“Los goles de ahora son por la confianza que me dan los compañeros y el cuerpo técnico, pienso yo. Entreno bien, hago bien las cosas. Me cuido con la alimentación, en el entreno trabajo duro siempre. Si el técnico piensa otra cosa ya es problema de ellos”, aseguró Gustavo Guerreño.
Los planes del sudamericano es salir campeón. Por la noche de ese 17 de diciembre, que se juegue la final del torneo Apertura, espera celebrarlo con el grupo en un karaoke. Después viaja a su país para casarse el 23 de diciembre con Laura Jara, quien es su novia desde hace 10 años.